Sr. and Sr. Heiwajima

¿Ahora que?

Ambos estaban en el baño sentados en completo silencio, ¿ahora que debían hacer? Su falso matrimonio no podía deshacerse, ¿significaba que alguien les vigilaba o habían sido lo suficientemente obvios como para saber que tramaban? 

Ambos suspiraron en completo silencio, al menos hasta que la puerta sonó, el rubio se levantó dejando al informante en el baño, ¿Quien era a esa hora de la noche? caminó hasta la puerta con aquella mirada seria que siempre tenía en su rostro, frunció el ceño al ver un sobre café que había sido metido debajo de la puerta, lo tomó mientras sentía como su pulso se aceleraba... de alguna forma no tenía un buen presentimiento de aquello...

Los minutos pasaron y pasaron, Izaya ladeo la cabeza viendo la puerta, ¿Porque Shizuo no volvía? Se levantó suspirando con cierta pesadez, al salir del baño, se recargó en la puerta encontrándose con Shizuo parado sosteniendo una hoja

—¿Que es eso? —

El informante se acercó y se quedó en completo silencio, ahora entendía el porque Shizuo no volvía y porque se había quedado de aquella forma, parecía una estatua y si bien podía burlarse de él, sabía que no era buen momento para hacerlo. Suspiro sentándose en el sofá con completa despreocupación. Era otra nota, si los habían descubierto y ahora amenazaban al rubio con asesinar a su hermano de nueva cuenta, aunque también venían amenazas sobre sus hermanas, realmente le daba igual, aquellas dos locas poco le importaban y bien podían ellas resolver lo que quisieran y nadie en su sano juicio se metería con ellas.

El silencio seguía presente y comenzaba a incomodar a Shizuo

—Oye... sabes que eso solo lo hacen porque saben que eres un estúpido sentimental apegado a Kazuka... si les demuestras que el no te... —

Se calló y levantó las piernas de inmediato abrazándolas y terminó en la orilla del sofá con Shizuo encima, siempre viéndole con aquella mirada llena de odio mientras apretaba aquella nota junto con la fotografía que habían mandado tachando a Kazuka, suspiro desviando la mirada sin ningún interés en confortar al contrario, no sabía hacerlo y tampoco es como si se fuera a tomar la molestia de hacerlo

—Será mejor que te calles pulga —

—¿O sino que? —

Le miro frunciendo el ceño, ambos eran bombas de tiempo, pero a pesar de todo ello, los instintos de Shizuo siempre se veían detenidos por el interés de proteger a Kazuka, su pequeño hermano y el único por el que seguía viviendo al lado de la persona que mas odiaba en toda su vida... se miraban el uno al otro en completo silencio frunciendo el ceño, ninguno de los dos pensaba ceder pasara lo que pasara pero... Shizuo suspiro, no podía tampoco hacer nada contra Izaya, no porque le importara, sino por lo que ahora cargaba en su estómago, que aunque seguía sin creerlo del todo, no podía descartar las posibilidades.

Shizuo nunca se había imaginado como un padre, pero ahora tenía que cargar con un niño que estaba seguro que si no cuidaba Izaya terminaría matándolo o algo peor, era su única oportunidad de tener a alguien más en su vida y aunque fuera hijo de quien más odiaba, él se quedaría con aquel pequeño pues apostaba que Izaya huiría después de tenerlo. Suspiro de manera pesada alejándose del contrario, Izaya frunció el ceño y sin saber porque, tomo una de las esquinas de aquel chaleco negro del rubio, aquello nunca le parecía justo, nunca podía pelear con Shizuo y el único momento que tenía para pelear se le estaba yendo como humo... ¿Que demonios pensaba Shizuo para siempre abandonar la pelea antes de comenzar?

—¿Que quieres pulga? —

Se quedó viéndole desde arriba, su rodilla izquierda estaba apoyada en el sofá mientras su manos aprisionaban al contrario en aquella pequeña esquina