Shizuo.

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El bullicio continuaba en ikebukuro, aún era de noche pero nadie sabía que había pasado, todos veían a Shizuo con una gran sorpresa, con un gran miedo y al mismo tiempo, había una sola mirada llena de preocupación y tristeza, Shizuo buscaba aquella mirada que le hacía sentirse en parte incómodo sin lograr encontrarla, no se movía demasiado, su pecho subía y bajaba, él respiraba intentando recuperar la compostura pero vaya que ello no era del todo posible... Izaya había desaparecido, no, él lo había hecho desaparecer... no era la primera vez que pasaba que terminaba hiriendo a quien le ayudaba o a quien era bueno con él, muchos recuerdos suyos veían de la niñez, pero no era momento para ello, era momento de solamente seguir avanzando.

>> "No te detengas" <<

Palabras que ahora significaban mucho en su cabeza, palabras que quisiera o no estaba escuchando que hacían eco en su cabeza, una y otra vez, de forma incesante hasta volverse incluso molestas...

Habían pasado dos semanas desde que todo aquel destrozo había ocurrido, Shizuo parecía ser la persona más cómoda del mundo desde que se había deshecho de Izaya, pero al mismo tiempo cierta... molestia se le había pegado de formas completamente inimaginables a su brazo, Varona siempre ahora estaba al lado de Shizuo, incluso él mismo no había entendido porque ahora la tenía frente a él cocinando algo para ambos... seguía preguntándose que tanto había pasado por la mente de Varona desde aquel beso que ella le había dado pero siempre llegaba a la misma conclusión, no la entendía y no era lo "suficientemente inteligente" como para comprender que quería Varona, había entendido que él le gustaba a aquella rubia, pero no era como si de la noche a la mañana se "corrigiera" después de casi un año estar sintiendo algo por un hombre, hombre que ahora no mencionaba para nada, hombre que parecía haberse simplemente extinguido de su vida de un momento a otro, hombre del que ya no escuchaba nada y causante por el cual ahora la ciudad estaba en remodelación, habían causado demasiados desastres a decir verdad, pero nada de ello era alguna cosa por la que se hubiera querido arrepentir, si algo había logrado aprender de aquel egocéntrico había sido que no debía arrepentirse de sus acciones, que por mucho que se quisiera lamentar por una de sus acciones, siempre eran cosas que le "perseguirán" cosas que eran ya del pasado y ahora solo tenía que aprender a vivir con ella.

—¡Shizuo! — Varona alzó la voz, tenía rato llamándole, Shizuo le miró mientras parpadeaba un par de veces

—¿Si? —

—¿Estabas escuchando...? — Varona se había vuelto algo exigente con Shizuo, no le dejaba pensar demasiado y siempre le tenía que mantener ocupado en algo, no era porque aquella mujer quisiera monopolizarle ya, no del todo, sino porque quería realmente distraerle, ella creía fielmente que Shizuo estaba demasiado afectado por casi asesinar a alguien siendo que todas las veces que había "asesinado" había sido por mero accidente, que todo lo que había pasado no había sido su culpa sino de Izaya, Varona creía que Shizuo era alguien demasiado sentimental y en parte no se equivocaba, pero al mismo tiempo, ella desconocía lo que había pasado con aquel hombre, que tanto había cambiado en él y que tanto había logrado crecer gracias a quien más odiaba... Izaya.

—No — admitió al mismo tiempo que se apoyaba en el respaldo del sofá, no estaba prestando demasiada atención, tenía dos semanas que había pasado todo ello, ni siquiera él mismo se podía concentrar en que tanto pasaba a su alrededor, no porque estuviera afectado, sino porque no podía dejar de escuchar aquellas palabras que constantemente le empujaban más y más lejos pero...

—Oye — Shizuo agregó antes de que Varona comenzara a molestar —¿Que era lo que querías decirme hace dos semanas? —

Varona se había quedado callada, era claro que Shizuo seguía pensando que había pasado hacía dos semanas, pero al mismo tiempo pensaba en lo que ella había querido decir, en que tanto había pasado con ellos dos...

Sr. and Sr. HeiwajimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora