Pequeño cuervo (Naruto: Naru-Sasu)

Capítulo 2: Purificación

El cuenco de comida seguía allí en el suelo, entre las alfombras tejidas de varios colores. Sasuke aún dudaba cómo debía llamar a ese indio, él le había dicho "Naruto" al parecer, pero el resto parecían conocerle como "Nueve colas" y no estaba convencido de cómo debía dirigirse a él. No poder comunicarse con él era todo un problema, más al ver que no comprendía sus tradiciones. No quería meter la pata con ellos, más que nada porque quería mantener la cabeza sobre sus hombros.

Naruto cogió el cuenco de comida entre sus dedos y se lo ofreció, pero Sasuke sólo lo observó con dudas. Al ver aquello, Naruto cogió con sus dedos parte de las gachas y la probó diciendo otra palabra.

- Yo no... no te entiendo – le decía Sasuke, pero Naruto sólo hacía que intentar darle el plato mientras repetía la palabra.

No estaba seguro si le estaba pidiendo que comiese, si le decía que era comida o si era para él, estaba claro que quería que comiera, ¿pero qué narices intentaba decirle exactamente?

- No me gustan las gachas – dijo Sasuke apartando el cuenco con sus dedos de nuevo hacia Naruto.

Naruto volvió a empujar el cuenco hacia Sasuke y repitió de nuevo la frase. Se desesperaba, Sasuke sólo se desesperaba al ver que no podía darle a entender a Naruto que no quería comer eso. Al final, Sasuke volvió a empujar el cuenco hacia ese rubio y le movió la cabeza de forma negativa, dando a entender finalmente que no quería.

Los dos se observaron unos segundos aunque el cuerpo de Sasuke seguía temblando ligeramente por el miedo. Estaba atrapado en esa tribu de salvajes con los que no podía comunicarse, de fuertes guerreros que cortaban cabelleras y que él no podía entender su motivo, tenía miedo de ellos y de sus costumbres, tenía miedo de ese hombre de fuerte cuerpo que estaba frente a él y que iba a convertirse en su esposo pese a no saber cuándo, dónde o cómo.

La puerta de la tienda se abrió de golpe dejando ver a la mujer pelirroja que parecía pedirle a Naruto que se marchase de allí. Se notaba que eran algo especial, quizá familia, porque el rubio salió al instante de la tienda tras darle un beso en la frente a esa mujer.

Sasuke observaba la escena con cautela, sin entender absolutamente nada, pero cuando la mujer estiró el brazo para coger al chico, Sasuke se alejó arrastrando el trasero entre las alfombras.

- No me toques – le gritó asustado, pero la mujer pese a detener el brazo, sonrió al ver que ese chico no podía entender nada. Una parte de ella, comprendía por lo que estaba pasando.

La mujer levantó los dos brazos dándole a entender que no le tocaría y entonces, pareció relajar a Sasuke que miraba con dudas toda aquella escena.

- No sé qué queréis – dijo Sasuke nervioso - ¿Qué queréis de mí? – preguntaba.

La mujer se señaló a sí misma diciendo algo en su idioma, repitiendo una y otra vez "Kushina", mientras se golpeaba el pecho con suavidad.

- Kushina – repitió Sasuke – vale... es tu nombre.

La pelirroja señaló la tienda de campaña, mostrándole el techo abierto de forma circular, las paredes y le indicó que le llamaban "Tipi". Sasuke trataba de quedarse con todo aquello, al menos sabía el nombre de su esposo, el nombre de esa mujer y cómo llamaban a las tiendas, ya era algo. Kushina trató de explicarle que ése era el "Tipi" de ella y luego, elevó la tela de la entrada para enseñarle otra tienda. Sasuke se acercó a la entrada y observó hacia donde indicaba la mujer aunque no entendía lo que quería decirle.

Ella parecía como si se frotase el brazo pero Sasuke sólo negaba con la cabeza sin entender nada. Finalmente, Kushina resopló al ver que era incapaz de indicarle lo que quería decirle, así que le tendió la mano para que la cogiera él. Al principio, el moreno la observó con cautela, pero finalmente, ante la sonrisa de la pelirroja, acabó cogiendo la mano y dejándose guiar por ella.