Estaba confuso y sobre todo... cansado. Hasta los párpados se negaban a abrirse. Tan sólo quería dormir pero al tener presente la imagen de Naruto, se obligó a abrirlos. Tenía tantas cosas que explicarle, tantas ganas de verle, que solamente podía hacer un esfuerzo y abrirlos.
- Naru... to – dejó escapar de sus labios, captando la atención inmediata de su hermano Itachi.
Toda la noche había estado sentado en esa incómoda silla y aunque sus piernas se negaban a moverse bien, se levantó de allí con torpeza pero rapidez para acercarse a la camilla donde reposaba su hermano.
- Ey... estoy aquí, Sasuke.
- ¿Dónde está... Naruto? – preguntó confuso.
- Él está bien, te lo prometo. Esperándote – le ofreció una sonrisa.
- Quiero ir con él – dijo haciendo el amago de levantarse, pero su hermano colocó las manos sobre sus hombros obligándole a mantenerse tumbado.
- No puedes, aún estás débil tras la operación.
- ¿Operación? – preguntó extrañado - ¿Qué operación?
- Naruto te trajo aquí prácticamente inconsciente. La bala se rompió al chocar contra tu hueso, intentaron sacarla pero un trozo diminuto se quedó ahí, te estaba envenenando por su metal. Ellos no podían ayudarte, Sasuke.
- Pero...
- Él está bien y yo te prometo que, en cuanto puedas montar a caballo, te llevaré con él. De eso puedes estar seguro. Ahora debo irme para decirle que todo está bien, ¿de acuerdo?
- ¿Cómo sabes que te creerá?
- Deberá hacerlo. Por más que quisiera traerlo aquí... papá no lo permitiría y es un riesgo demasiado grande para él.
Sasuke pareció deprimirse ligeramente al darse cuenta de lo mal que estaban las cosas. Con el brazo como lo tenía y en cabestrillo, tardaría al menos una semana en que le dejasen quitarse eso, más lo que tardase la rehabilitación para poder volver a mover el brazo en condiciones. No quería estar tanto tiempo allí, no en el fuerte de su padre y sin su esposo.
- Ya sé... voy a llevarle una fotografía – comentó Itachi con una sonrisa – así seguro que me creerá.
- Tendrás que explicarle que es eso primero – sonrió Sasuke – ellos nunca han visto fotografías. Todo lo que tienen lo pintan o dibujan ellos mismos.
- No tengo problema, se lo explicaré.
Pese a su idea, sabía de sobra que su hermanito no se iba a quedar tranquilo. Quería volver con su esposo y se le notaba demasiado lo impaciente que estaba. Quizá debería hablar con el médico y ver si había alguna posibilidad para que volviera antes de lo esperado con ellos a la tribu. Sin embargo, no pensaba darle falsas esperanzas, era mejor hablar primero con el doctor y ver si realmente era posible antes de darle noticias.
- Voy a buscar al fotógrafo del cuartel – sonrió Itachi – no te muevas de aquí.
- ¿Dónde voy a irme recién operado? – preguntó Sasuke con una sonrisa.
- Ya, claro... un poco tonto eso – sonrió nuevamente su hermano al haber conseguido que su hermano sonriera al menos un poco – por cierto... creo que tu esposo me dio esto para ti.
Itachi sacó la estatua junto a la pluma de cuervo de uno de sus bolsillos para ofrecérselo a su hermano. Sasuke observó los dos presentes y luego sonrió tras tenerlos en la mano, devolviéndoselos a Itachi.
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Pequeño cuervo (Naruto: Naru-Sasu)
FanfictionUn intercambio... eso había sido Sasuke Uchiha, le habían intercambiado por la vida de su hermano y ahora estaba atrapado en un poblado indio, con sus costumbres, con un nuevo idioma que no comprendía, con un esposo al que no podía entender, en una...