Pequeño cuervo (Naruto: Naru-Sasu)

Capítulo 27: Bajando la guardia

Todo parecía estar calmándose, sin embargo, Sasuke continuaba allí sentado, frente a la orilla del río bajo el poblado. Sabía que Naruto llegaría en breve, pero mientras esperaba, pensaba en lo sucedido y en lo que le diría. No estaría contento por haberse puesto en peligro, pero en parte, entendería que lo hubiera hecho por Menma pese a que le disgustase la acción. Estaba claro que había desobedecido su orden aunque nadie la sabía, así que no creyó que le importase demasiado aunque también conocía a Naruto... y le reprocharía aquello para que no volviera a ocurrir.

- Lo siento – pronunció al escuchar unas ramas que se partían a su espalda, seguramente Naruto que caminaba hacia él.

- ¿Por qué? – preguntó Naruto - ¿Por desobedecerme?

- Sí – susurró Sasuke algo sonrojado, sin querer mirarle a la cara como si eso pudiera evitar su reprimenda.

- Nadie sabía la orden que te di, así que no te preocupes tanto. Nadie sabe que me has desobedecido y encima... hasta has quedado como un héroe por ir a por Menma – comentó Naruto aunque se notaba en sus palabras que le molestaba la desobediencia.

- Venga, no disimules conmigo. Sé que te molesta.

Naruto suspiró antes de sentarse a su lado y ver cómo Sasuke giraba el rostro evitando mirarle. Una ligera sonrisa se escapó al verle hacerlo, le conocía demasiado bien como para saber lo que estaba pensando en ese momento.

- No estoy molesto porque me desobedecieras, aunque espero que no se repita esa acción.

- ¿Entonces?

- ¿Sabes cómo me sentí cuando entré por la aldea y me dijeron que estabas en el maizal frente a un ataque Sioux? – preguntó Naruto.

- ¿Preocupado?

- Aterrorizado por perderte – le confesó – a ti, a Menma, a los míos, pero sobre todo a ti, porque sabía de sobra que tú serías el principal objetivo y te querrían ver muerto para evitar problemas mayores en el futuro.

Era raro escuchar a Naruto confesar sus sentimientos de aquella manera. Todo un año había pasado entre los indios y si algo sabía a ciencia cierta... era que ellos no eran precisamente de los que demostrasen sus preocupaciones, aunque era cierto que ahora estaban ambos solos y eso relajaba a Naruto. Entre los suyos debía aparentar siempre tener todo bajo control, ser ese líder que todos esperaban ver, pero en la intimidad... era muy diferente.

- Lo siento – se disculpó Sasuke – pero hablamos de Menma, estaba en peligro y no lo pensé.

- Sasuke – le llamó Naruto colocando dos dedos bajo su mejilla y elevándola para que le mirase – me encanta el carácter que tienes, aunque a veces seas complicado de manejar, pero sé que siempre vas a proteger a Menma, porque aunque no sea tu hijo, lo consideras como tal por mí pero... no quiero que te pongas tú en peligro tampoco.

- No puedes evitarlo – sonrió Sasuke.

- No quiero perder a Menma, pero tampoco quiero perderte a ti, así que por favor... intentad no meteros en problemas. Menos con los Sioux.

- Fueron ellos los que vinieron buscando problemas. Sólo me defendí. Ni siquiera había salido de nuestro territorio.

- Sasuke, por favor, no les des más motivos para tenerte bajo mira.

- Estoy en su mira desde que saben que soy blanco y hombre... porque te casaste conmigo y eso rompe vuestras tradiciones. No me dejarán en paz y lo sabes, sólo les demostré que puedo defenderme sin necesidad de tener niñeros.