Medio día de camino y Sasuke se había quedado completamente dormido con la cabeza apoyada sobre el pecho de su esposo. Ni el movimiento del caballo le molestaba, debía estar realmente cansado pese a que había intentando mantener sus ojos abiertos gran parte del camino. Finalmente, había sucumbido ante el cansancio, pero eso no le importó a Naruto.
Una sonrisa fue lo único que reflejó su rostro al ver cómo su esposo dormía plácidamente. Los nervios que seguramente habría pasado allí encerrado en el fuerte por fin desaparecerían. Él mismo había dudado de la palabra de los blancos, del hermano de Sasuke. Hubo momentos donde creyó que le mentían, que no querían devolverle a su esposo, ahora por fin lo tenía de nuevo consigo.
Ese invierno iba a ser duro, ya podía sentirlo pese a que sólo estaba comenzando. Las nevadas habían hecho estragos y sus caballos dejaban las huellas tras ellos en dirección al poblado. Por el tiempo, Naruto supo que esa noche, seguramente volvería a nevar y borraría todo el rastro a su espalda.
Una semana habían estado fuera esperando a Sasuke, una semana donde habían aprovechado para cazar algunos animales que todavía quedaban en ese crudo invierno que se avecinaba. Los búfalos ya habían empezado a moverse en busca de mejores pastos y eso dificultaría durante un tiempo la caza. Antiguamente, toda la tribu se habría movido tras la manada, intentando sobrevivir a ese duro periodo, ahora... se habían vuelto sedentarios y muchos tipis estaban empezando a ser reemplazados por casas de adobe.
- Despierta, dormilón – sonrió Naruto, acariciando con el dorso de su mano el rostro angelical de Sasuke – ya llegamos.
Sasuke abrió los ojos con lentitud. Estaba demasiado cansado pero se esforzó en abrirlos y observar el poblado. Seguía tan animado como siempre pese a la nieve, el viento y el frío. Las mujeres cocinaban juntas en una hoguera central, los hombres afilaban sus armas, todos ataviados con sus capas de piel de bisonte.
- ¿Tienes frío? – le preguntó Naruto, pese a que lo había intentado tapar lo mejor posible con su capa, acercándolo a su pecho para que sintiera su calor.
- Un poco.
- Mi madre te estaba haciendo una capa de bisonte para este invierno. Aquí suelen ser duros.
- No te preocupes.
- Lo hago – comentó Naruto – vosotros no estáis acostumbrados a esto. No tendrás las comodidades del fuerte y tenemos que seguir buscando la comida a diario. Al menos ya se han recogido los cultivos, esperemos que haya suficiente para pasar el invierno.
- Quiero ir a cazar con vosotros.
- No cazaremos mucho en estos tiempos – susurró Naruto – los bisontes se mueven rápido llanura abajo, evitando la nieve y buscando pastos. No podemos recorrer tantos kilómetros y volver al poblado. La caza va a disminuir y además... tú no estás recuperado para cazar. Ese brazo necesita mucho reposo.
- No tanto como crees.
- Más de lo que tú crees – sonrió Naruto, viendo lo impaciente que estaba Sasuke por volver a la rutina, pero no podía, ambos sabían que acababa de salir de una operación, que había sido grave y le habían avisado que necesitaba tiempo para recuperarse.
El caballo relinchaba fugazmente, moviendo la cabeza con brusquedad en ciertos momentos, casi impaciente al ver que ya llegaban al poblado. Todos estaban cansados, deseando que esa aventura llegase a su fin, volver a la rutina, a la tienda.
Kushina fue la primera en dejar el telar y levantarse, observando cómo esos caballos se acercaban al poblado. Caminó con lentitud, sin apartar la mirada de su hijo y de cómo bajaba del caballo antes de ayudar a Sasuke. No pasó desapercibido el gesto de dolor en el rostro del moreno, pero intuyó que sería por la herida. Suspiró aliviada al verlos llegar sanos y salvos, al ver que su hijo estaba perfectamente.
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Pequeño cuervo (Naruto: Naru-Sasu)
FanficUn intercambio... eso había sido Sasuke Uchiha, le habían intercambiado por la vida de su hermano y ahora estaba atrapado en un poblado indio, con sus costumbres, con un nuevo idioma que no comprendía, con un esposo al que no podía entender, en una...