Pequeño cuervo (Naruto: Naru-Sasu)

Capítulo 13: Hombre medicina

Sólo un momento miró hacia atrás, un segundo al ver que los disparos cesaban. Allí estaba el hermano de Sasuke, apartándole el arma a uno de los soldados y gritando. Desde allí no podía escuchar nada Naruto, pero estaba claro, que Itachi no estaba nada contento con aquellos disparos. Aún así, él no detuvo el caballo, le hizo galopar durante casi diez minutos y lo detuvo al entrar en los bosques.

- Ayudadme a bajarlo – comentó Naruto a sus compañeros.

Fue Neji el primero en desmontar del caballo para ayudar a su futuro jefe. Menma en cambio, permaneció todavía sobre el caballo, con rostro preocupado al ver cómo bajaban a Sasuke. Su rostro se tensó al ver la sangre resbalando por sus ropajes.

- Naruto, esto no pinta nada bien – le agregó Neji viendo la herida – está perdiendo mucha sangre.

- Hay que sacarle esa cosa – comentó sin tener muy claro el qué.

- Yo no soy hombre medicina.

- Yo tampoco, pero o sacamos esa cosa o le perdemos – comentó Naruto preocupado.

- Agárrale – comentó Neji a su compañero – esto va a dolerle.

Naruto rompió un trozo de tela, enrollándola a presión para poder ponérsela en la boca a Sasuke. Por ahora seguía perdiendo el conocimiento por momentos pero sabía que aquel dolor, le haría gritar. No quería que llamase a todos los soldados y supieran su ubicación.

- Vamos allá – casi se animó a sí mismo Neji antes de abrir la tela del brazo y hurgar en la herida en busca de la bala.

El grito de Sasuke no se hizo esperar, un grito ahogado entre la tela que atrapaba su boca. El mismo Naruto cogió su mano aguantando la presión que el moreno ejercía sobre ella debido al dolor.

- Aguanta un poco Sasuke – le repetía Naruto al verle sufriendo con aquello – ya casi la tiene.

- Creo que la tengo – dijo Neji todavía con sus dedos dentro de la herida – pero está fragmentada, noto muchos trozos.

- Menma, baja y ponte a preparar fuego – le comentó Naruto.

Menma bajó con rapidez del caballo, buscando unas hojas secas y piedras con las que preparar el fuego. Suponía para qué lo querían y aunque en aquel momento era la única solución, no podía decir que fuera algo precisamente agradable de ver.

Entre dolores y muecas de sufrimiento, Neji finalmente acabó extrayendo los trozos de la bala, dejándolas en el suelo encima de una roca y observando cómo Naruto sacaba su cuchillo y se lo tendía a Menma.

- Pon la hoja en el fuego – le dijo.

- Pero...

- Hazlo – le remarcó Naruto.

Sin más objeciones, el pequeño cogió el cuchillo que su padre le daba y colocó la hoja junto al fuego. No podía hacer nada más que observar la situación, con un Sasuke que sudaba y aguantaba el dolor como podía, viendo ese rostro de sufrimiento mientras Naruto le acariciaba con dulzura la frente y sujetaba su otra mano con fuerza, tratando de aminorar un dolor que era imposible.

- Estamos acabando ¿Vale? Vamos a cerrar la herida. Sólo... aguanta un poco más – le susurraba Naruto.

Tan sólo la respiración acelerada de Sasuke y sus muecas de dolor estaban presentes. Ninguno de ellos creyó ni por un instante que fuera a hablar ni responderles, bastante ocupado estaba intentando mantenerse pese al dolor, luchando contra su conciencia para mantenerse despierto todo lo posible.