Tan sólo una pequeña luz se mantenía encendida en las lámparas de las mesillas. Fugaku leía un libro sobre tácticas del ejército mientras Mikoto terminaba de arreglarse en el aseo para ir a la cama.
- Has estado muy callado durante toda la velada – sonrió su esposa desde el aseo, terminando de ponerse la crema para ir a dormir.
- No sabía muy bien qué decir – comentó Fugaku.
- Cualquier cosa habría estado bien, lo que fuera para que no diera la impresión de que no deseabas cenar con él.
- No era mi intención y lo sabes.
- Yo sé cómo eres, Fugaku – sonrió Mikoto – y sé que aunque te ha costado aceptar la idea de Itachi y mía para que Sasuke viniera a cenar, no era de tu agrado tener a un indio en tu mesa, aun así, también vi que no estabas del todo incómodo aunque puede que a nuestro invitado se lo haya podido parecer por tus silencios.
- No estaba incómodo realmente. Creo que hasta me sorprendió ver que intentaba comportarse en la mesa. Tenía una idea diferente de los indios – comentó frunciendo ligeramente el entrecejo – no sé... pensaba...
- ¿Pensabas que obligaría a Sasuke a hacer lo que él quisiera?
- Algo así.
- Tu hijo es incontrolable y lo sabes – sonrió Mikoto – igual que Itachi, ambos son cabezotas y tercos, ni siquiera un indio podría cambiarle su carácter. Pero le veo feliz y eso quiere decir que nadie le está obligando a nada, está con él porque quiere estarlo.
- Sí, ahora lo veo. Llegué a pensar hasta que nos habrían amenazado o algo para que Sasuke quisiera volver a la tribu, pero es todo lo contrario, está enamorado.
- Lo que yo he visto esta noche en la cena – sonrió Mikoto – es que ese chico adora a tu hijo, tanto como para venir hasta aquí a cenar con nosotros y tratar de aprender a utilizar un tenedor o un cuchillo, intentaba encajar y hacer feliz a Sasuke. Chapurrea un poco el inglés y no tenía por qué aprenderlo tampoco, lo hace por tu hijo, creo que le quiere de verdad. No quiere decir que estés equivocado ni mucho menos respecto a los indios, supongo que habrá de todo, como blancos, Fugaku, no todos serán malos y no todos serán buenos, pero quizá... intentar comprender un poco al que va a ser nuestro yerno no estaría mal.
- Intentaré ser un poco más cordial la próxima vez – cerró el libro Fugaku para ver cómo su esposa entraba en la cama –. ¿Crees que estarán bien en la habitación?
- Seguro que sí.
- La habitación de Sasuke no es muy grande precisamente.
- Se apañarán – sonrió Mikoto – sólo espero que no hagan mucho ruido.
- ¿Tú crees que...? – preguntó Fugaku un poco enfadado.
- ¿Que tendrán relaciones? Es posible, están casados.
- ¿En mi casa?
- No sé... creo que a Sasuke nunca le ha importado mucho algo así, aunque creo que era virgen cuando se lo entregaste a Naruto – dijo Mikoto por primera vez el nombre del indio, para que Fugaku empezase a verlo como parte de la familia y dejase de llamarle "indio".
- Nunca le he preguntado nada al respecto. Ya sabes que mi relación con Sasuke ha sido... difícil. Quizá nunca he hecho bien las cosas con él y no estoy muy seguro de todo lo que he hecho mal. Está claro que no me perdona el hecho de haberle entregado a su esposo como un intercambio por su hermano, quizá no debí hacerlo pero...
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Pequeño cuervo (Naruto: Naru-Sasu)
FanfictionUn intercambio... eso había sido Sasuke Uchiha, le habían intercambiado por la vida de su hermano y ahora estaba atrapado en un poblado indio, con sus costumbres, con un nuevo idioma que no comprendía, con un esposo al que no podía entender, en una...