I

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Pasaban los días y mi relación con Jazmín era cada vez más pura, como si no necesitara de nadie más para sentirme bien conmigo misma. Como si todo en mi vida (que siempre fue muy compleja) fuera de repente totalmente liviana y fácil de llevar.

Ella me hacía sentir única, querida, y sobre todo normal, algo que desde chica no había podido volver a sentir.

Indudablemente mi cariño hacia ella era indiscutible. Me hacía sentir cosas que nadie había logrado desde hace mucho tiempo, y eso siempre me confundió. Siempre la quise como amiga, como una persona incapaz de hacerme daño y que solo quería lo mejor para mí. La quise mucho, desde el primer momento. La quise tanto que me negué a aceptar una realidad que para mi era totalmente descabellada, y empece a vivir en una mentira que cada vez se hacía mas grande y me empezaba a consumir de a poco. 

Así que (como ella dice) decidí escaparme de la situación y buscar cosas que me distrajeran, algo que mantenga mi cabeza ocupada, pero era en vano. En cada lugar al que iba y en cada momento que transcurría Jazmín estaba ahí, tan hermosa como siempre, para ayudarme a ser feliz, para sacarme una sonrisa, y (sin saberlo) para confirmar que estaba cada vez mas hasta las manos con ella. 

Almejitas [flozmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora