Jazmín me había invitado a pasar el fin de semana en su casa de Tigre así que el sábado por la mañana temprano emprendimos camino. El lugar era hermoso, como todo lo que proviene de ella; pero al entrar a la casa escuchamos que alguien pronunciaba su nombre.
- Jazmín, por fin viniste. Dijo un señor mayor mientras la miraba sorprendido. - Papa que haces acá? Dijo Jazmín. El hombre era nada mas ni nada menos que mi suegro. La situación fue un poco incomoda y no supe que hacer. Jaz me miro con miedo y ni ella sabia que hacer. Él se levanto y la abrazó. - Te estaba esperando hija. Le dijo. - Papa no sabia que estabas acá sino no hubiera venido. Flor por favor nos dejas solos?. Me fui.
Se quedaron hablando un rato largo. Jaz me había contado que la relación con su padre nunca fue la misma desde que supo que le gustaban las mujeres y su noviazgo con Elena lo había terminado de romper. Estaba muy nerviosa sabiendo que seguramente yo no era bienvenida en ese momento hasta que por fin Jaz vino a buscarme. Se notaba en sus ojos que había llorado pero su expresión era de alegría; me pidió que entre y conociera a su padre.
- Flor, mi novia. Nos presentó con una sonrisa radiante. Él me dio una cálida bienvenida y propuso un almuerzo los tres juntos. Mientras tanto con Jaz nos fuimos a recorrer el lugar y me contaba cómo minutos antes se habían reconciliado. Me puse muy feliz por ella y estaba muy contenta de poder ser parte de una parte de su vida que hasta ese momento no conocía. Lo que no me imaginaba era lo que estaba a punto de suceder.
- Florencia Estrella? Tu padre y yo solíamos reunirnos hace muchos años atrás, incluso antes de que ustedes nacieran. Era un hombre maravilloso, me entristeció mucho la noticia de su partida. Hasta creo recordarte siendo muy pequeña corretear por este lugar, venían de vez en cuando hasta que por algún motivo dejaron de hacerlo y perdimos contacto.
Con Jazmín nos miramos sorprendidas, ninguna de las dos tenia idea de nada y yo apenas pude recordar algunas imágenes de lo que él estaba diciendo. No pude evitar pensar que todo esto era una especie de señal que mi papá me mandaba y que el destino concluyó en volver a unir nuestros caminos. Pasamos el resto de la estadía compartido historias, anécdotas y otras cosas que nos pusieron al día y disfrutamos mucho hasta que fue la hora de volver; volvimos felices después de todo lo que había pasado en el fin de semana y sabiendo que junto con eso era certera la conclusión de que definitivamente todo esto estaba destinado a ser.
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Almejitas [flozmin]
FanfictionNo aguanté la lentitud con flozmin y me puse a escribir.