Almejitas [flozmin]

VI

Todavía estábamos tomadas de la mano, nuestros cuerpos estaban rozándose y nuestras respiraciones se hacían una cada vez que nuestros labios se unían. Mi corazón latía a mil, estaba sintiendo muchas cosas al mismo tiempo pero mis tics parecían haber desaparecido por completo. Jazmín cada tanto acariciaba mi rostro, depositando pequeños besos en él, tan dulcemente; no podíamos sacarnos las miradas de encima. Yo no pude evitar acercar mi cuerpo cada vez más al suyo y sentir como un cosquilleo me recorría todo el cuerpo por cada vez que algo nuevo se sumaba a este momento.

No podíamos soportarlo más. Cerré mis ojos, agarré su cara con fuerza y nos besamos cada vez más intensamente. Ella envolvió sus manos en mi espalda y yo mis piernas con las suyas, podía sentir como nuestros cuerpos chocaban y nuestras bocas se movían apasionadamente al punto de darnos algunos mordiscos que terminaban en nuestros cuellos. Su piel era tan suave y su olor tan adictivo que no podía detenerme. Jazmín delicadamente se recostó por encima mío, tomó mis brazos por sobre mi cabeza, los sujetó con fuerza y empezó a besarme. Primero en la boca, después en el cuello, hasta que sutilmente levantó mi remera y siguió por mi abdomen. Mi excitación era tan grande que no pude evitar soltar algún que otro gemido. Podía sentir sus labios recorriendo cada parte de mi cuerpo, podía sentir su cuerpo sobre el mío, sus movimientos, la suavidad de su piel y cada golpe de electricidad que generaban sus besos.

De repente se detuvo y mirándome con ternura me preguntó si estaba bien. Le sonreí y asentí, y me devolvió su sonrisa. Todo estaba siendo perfecto, y apenas empezaba. 

[Aclaración al margen]
No sabía si seguir o no agregando detalles mas o menos picantes a este encuentro, dejarlo ahí o que, porque cada quien usa su propia imaginación así que de lo contrario avisen no se (o cualquier otro detalle). Ahre a todo