Almejitas [flozmin]

II

Entre una de esas sorpresas que suele darte la vida a mi también me tocó. Un día y sin quererlo apareció Dani, un paki que no necesita descripción ya que eso lo dice todo. Pobre Dani. 

Mis relaciones siempre fueron un desastre y Dani era tan boludo que me fue imposible no engancharme con el. Salimos un par de meses y él supo demostrarme que me quería, más allá de todo lo mal que me hizo siempre supe que de verdad me amaba. Vaya problema, ya que cuando quise desligarme de él era tarde.

Me propuso casamiento, y acepté, aún sabiendo que no estaba segura de esa decisión y aún sabiendo que él no era mi concepto de amor eterno. Pero le dije que si. Y así me fue. Una vez casados me quise matar. Yo sabía que esa decisión no era conveniente, que no me hacía bien y que merecía algo mejor. Que alguien más merecía algo mejor.

Como si fuera poco Jazmín fue testigo de nuestro casamiento. No pude soportar verla cuando estaba entrando de la mano de Dani a dar el si, ese maldito si. Mi cabeza estaba llena de enredos pero sentía que era demasiado tarde para volver atrás, y di el gran mal paso. Me casé.
Me casé sin quererlo, con el alma llena de dudas y con el corazón confundido.

Claramente estaba queriendo tapar lo que sentía por Jazmín con alguien que no me provocaba ni pizca de lo mismo. Estaba queriendo ocultar algo que ya me era imposible aguantar. No podía mas, me estaba consumiendo.