NUMB ° DRACO MALFOY (ESPAÑOL)

xvi. la madriguera

«LA MADRIGUERA»

Un frío escalofrío rozó el brazo cubierto de Anastasia, mientras estaba de pie frente a la puerta. Por lo bajo, murmuraba diferentes maneras de saludar a los Weasley y creando varias mentiras para cubrir el motivo por el que estaba en aquella puerta. Eventualmente, alzó la mano y tocó la puerta dos veces.

Exhaló profundamente y cerró los ojos para calmar el latido de su corazón, y hacer que sus piernas dejaran de temblar por el nerviosismo. Después de todo, ella básicamente había huido de la mansión de los Malfoy para pasar las festividades con ellos.

—¡Annie! —Ron fue quien abrió la puerta—. ¡Estás aquí! —Él parecía feliz, mientras abrazaba fuertemente a la chica.

—¿Quién es, querido? —Anastasia oyó la voz de la señora Weasley desde adentro, y sonrió cuando vio a la callada chica—. ¡Anastasia, estás aquí! —La mujer dio zancadas hacia ella felizmente, y envolvió a la chica en un fuerte abrazo, justo como lo hizo Ron—. Hola, querida. Hemos estado esperándote.

—No podía esperar hasta mañana —Anastasia sonrió, dejando que Ron tomara su baúl y lo llevara lejos. No era particularmente una mentira, ella realmente no podía esperar para sentir el acogedor amor de una familia.

—¡Oh, querida! ¡Eres tan dulce! —La mujer pelirroja la abrazó una vez más, cuando Harry bajó las escaleras y sonrió al ver a una de sus amigas en la puerta.

—¡Annie! —Sonrió y abrazó a la chica fuertemente, el corazón de la chica derritiéndose ante el amor que estaba recibiendo—. Estoy realmente feliz de que pasemos las navidades juntos —el chico la abrazó una vez más, y pronto toda la familia la estaba arrastrando hacia el comedor.

—Debes estar hambrienta —la señora Weasley caminó alrededor de la cocina, en busca de sus utensilios—. Déjame prepararte algo —ella sonrió y Anastasia simplemente asintió.

—¿Cómo fue vivir con los Malfoy? —Preguntó Ron, haciendo que el corazón de Anastasia se hundiera ante el pensamiento de Draco, y de la vida que dejó atrás.

—Fue... —divagó, discretamente mirando a su antebrazo—. Bueno —continuó, enroscando las esquinas de sus labios en una sonrisa.

—No te hicieron daño, ¿verdad? —Preguntó el señor Weasley, cruzando sus brazos con una expresión de preocupación—. Si ellos...

—No necesitan preocuparse —habló la chica de ojos esmeralda, enviando una sonrisa tranquilizadora a la familia—. Estoy completamente sana —mintió, pero nadie pareció darse cuenta.

—¿Es cierto que Malfoy duerme con un osito de peluche? —Fred preguntó en broma, ganándose una risa de Anastasia.

—No podría saber —la chica se encogió de hombros, mirando a los chicos con una sonrisa—. Pero apuesto que sí —la chica sólo lo dijo para sentirse mejor, en el fondo de su mente aún detestaba al chico rubio y a las cosas hirientes que le había dicho.

La señora Weasley puso un plato con comida frente a la chica, y comenzó a comer tímidamente, haciendo su mejor esfuerzo de no llenar su boca con mucha comida, justo como su madre le enseñó. Sé una dama, incluso cuando tu cuerpo se niega.

Anastasia escuchó cautelosamente la conversación mientras comía la comida en silencio, y suspiraba profundamente cuando se sintió llena.

—Muchas gracias, señora Weasley —la chica se levantó y le dio el plato a la mujer—. Estuvo delicioso —habló tímidamente, casi como si no quisiera ser escuchada.