NUMB ° DRACO MALFOY (ESPAÑOL)

xxxii. el traidor

«EL TRAIDOR»

Anastasia caminó en silencio a través del oscuro pasillo frente a la Mansión Malfoy mientras mordía su labio inferior, intentando calmar el insoportable dolor que estaba sintiendo en el momento. Sus ojos esmeraldas escanearon el oscuro lugar mientras un carroreño la arrastró hacia la gran puerta del frente, donde Bellatrix esperaba por ellos con una expresión presumida en sus rasgos.

La loca mujer sonrió maliciosamente mientras el carroreño apartó el cabello de la frente de Harry y mostró la cicatriz, los ojos oscuros de la mujer se conectaron con los del chico y después miró a los otros tres adolescentes viendo la escena con miedo.

—Busca a Draco —siseó, sonriendo.

Tanto Ron como Hermione giraron la cabeza para ver a Anastasia, quien tragó profundamente y jadeó mientras el carroreño tomó su brazo y la arrastró a la mansión.

—¿Duele, preciosa? —El carroreño susurró en su oído y la castaña cerró sus ojos con miedo.

—Déjala en paz —dijo Ron mientras entraban a la mansión oscura.

El carroreño rio entre dientes mientras arrastraba a Anastasia al salón principal de la mansión, y ella mordió su labio para detener el dolor, pero él agarre que él tenía en su brazo le estaba doliendo aún más.

Cuando Anastasia alzó la mirada, lo primero que vio fue un par de ojos grises mirándola con ira y preocupación. Ella sintió sus propios ojos llenarse de lágrimas al ver a Draco entrar a la sala y verla a ella y a los otros adolescentes.

—Rosie... —intentó caminar hacia ella, pero Lucius lo detuvo de dar otro paso.

—No, Draco —dijo el hombre, viendo de la chica hacia su propio hijo.

La chica apartó la mirada mientras Lucius arrastró a su hijo más cerca de Harry, quien estaba arrodillado y viendo al piso, su respiración era calmada. El chico rubio platino giró el rostro para ver a su padre, y después a Harry.

—¿Y bien?

—No puedo estar seguro —murmuró Draco.

—Mira de cerca, hijo —insistió el hombre—. Si somos quienes le entreguen a Harry Potter al Señor Tenebroso, todo estará perdonado —el chico asintió temblorosamente, sus ojos viajaron desde su padre hacia Anastasia, quien estaba apretujando su brazo cerca de su pecho.

—Ahora, no vamos a olvidar quienes realmente lo atraparon. Eso espero, señor Malfoy —dijo uno de los carroñeros, haciendo que Lucius apartara la mirada de su hijo.

—¡No te atrevas a hablarme así en mi propia casa! —Gritó, haciendo que Draco se estremeciera.

—¡Lucius! —Narcissa lo regañó.

—¡No seas tímido, acércate! —Bellatrix tomó su mano y lo acercó a Harry—. Si este no es quien crees que es, Draco, y lo llamamos... nos matará a todos. ¡Necesitamos estar absolutamente seguros!

Draco exhaló profundamente y se arrodilló frente al chico, quien lo miró con ira. El chico rubio platino frunció los labios y giró su cabeza de regreso hacia Harry.

—¿Qué le pasó a su rostro? —Preguntó.

—¡Sí! —Repitió Bellatrix—. ¿Qué rayos pasa con su rostro? —Giró su cabeza para ver al carroñero.

—Lo capturamos así —uno de ellos explicó idiotamente.

—Algo que le pasó en el bosque, supongo.