NUMB ° DRACO MALFOY (ESPAÑOL)

xxiv. de vuelta a hogwarts

«DE VUELTA A HOGWARTS»

La plataforma estaba casi vacía y sin vida mientras Anastasia caminaba hacia el tren, con Remus y Tonks a su lado. Sus ojos esmeraldas viajaron por el oscuro lugar mientras sus familias se despedían de sus respectivos hijos e hijas, que irían a la escuela mágica.

Anastasia vio a la pareja besando a abrazando a sus hijos no muy lejos de ella, causando que apartara la mirada con un nudo en la garganta. Un profundo suspiro dejó sus labios mientras se giraba para ver a la pareja frente a ella.

—No puedo ir —dijo severamente, sus ojos yendo de Remus hasta su esposa.

—Sí, si puedes, Annie —Remus la tomó por sus huesudos hombros—. Terminarás tu último año en Hogwarts y estarás a salvo de todo peligro.

—Pero... —comenzó, pero fue interrumpida por él envolviéndola en un fuerte abrazo.

—Eres una chica fuerte, Annie —dijo Remus, reposando su mentón en la cabeza ella mientras le enviaba una sonrisa triste a su esposa—. Superarás esto —sonrió—. Cuando la guerra termine y todos estén felices y a salvo, puedes vivir con nosotros. Y cuidar de Teddy, como su hermana mayor —Anastasia le sonrió tristemente y abrazó al alto hombre de nuevo.

—Gracias, por todo —respondió, ahora abrazando a Nymphadora con lágrimas amenazando con dejar sus ojos verdes.

—Ahora ve, no queremos ser la razón por la que pierdas el tren —ella abrazó a la pareja una vez más y se giró para ir al tren, no sin antes ser detenida por Remus.

—Toma esto —le dijo, tendiéndole una pequeña foto antes de que el tren comenzara a moverse.

Anastasia se despidió de ellos con una sonrisa. Se giró e hizo su camino hacia un compartimento vacío, ignorando las miradas que todos le estaban echando. Después de un par de segundos, encontró a Ginny y Neville dentro de un compartimento, y aceptaron felizmente que entrara.

—¿No es extraño? —Habló Neville, descansando su sien contra la ventana—. Hogwarts sin ellos. Harry, Ron y Hermione, me refiero —añadió, viendo a las dos chicas frente a él.

—Lo es —Ginny asintió, jugando con su varita en silencio—. ¿Qué hay de ti, Annie?

—Sí, extraño —dijo, llevando sus piernas hasta su pecho, con sus ojos perdidos en la vista frente a ella—. Después de todo, son mis mejores amigos y pasaba todos los días con ellos.

—¿Qué hay de Malfoy? —Preguntó, frunciendo el ceño.

—¿Disculpa? —Anastasia se giró para ver a su amiga pelirroja.

—Bueno, ustedes dos eran... —Neville comenzó.

—Nada —la chica de ojos esmeraldas interrumpió, frunciendo el ceño—. No éramos nada más que compañeros de casa.

Los dos adolescentes se miraron el uno al otro con expresiones perplejas, Anastasia lo notó porque ella pronto cambió el tema de conversación a algo menos incómodo que hiciera que sus pensamientos se apartaran de la brutal realidad que estaba viviendo. Neville decidió empezar a hablar sobre Herbología, y lo emocionado que estaba por comenzar a ver la clase de nuevo ese año.

—Me gustaría enseñar Herbología algún día —el chico le sonrió tímidamente a sus amigas—. La profesora Sprout dijo que podía.

—Por supuesto, Nev. Eres brillante en Herbología, más que 'Mione y yo, debo añadir —Anastasia le sonrió al chico, el gesto fue tan dulce que hizo a Neville sonrojarse y apartar la mirada de sus intrigantes orbes esmeraldas.