NUMB ° DRACO MALFOY (ESPAÑOL)

xxxxv. lo siento

pequeña nota: este es el capítulo final, sin embargo, aún queda el epílogo. así que asegúrense de no quitar la historia de sus bibliotecas todavía.

«LO SIENTO»

Anastasia entró en los vestidores con pasos agrandados y un ceño fruncido en sus rasgos, exhaló profundamente mientras limpiaba el sudor de su frente con su antebrazo, y abrió su casillero con enojo. Mientras se quitaba los guantes apresuradamente, oyó a sus compañeras de equipo reír entre dientes mientras entraban también, su risa se desvaneció mientras miraban a la chica de pie frente a su casillero en silencio. La chica intentó ignorar los susurros haciendo eco en el lugar mientras peinaba su cabello con manos temblorosas y lo ataba en un moño desordenado, un par de mechones cayeron frente a sus ojos y los sopló lejos de su vista.

—Hey, Mortífaga —cerró sus ojos con ira al oír a su compañera de equipo hablándole—. ¿Aún estás triste porque tu líder está muerto?

—¡Ella mató a su hermano para quitarse la tristeza! —Otra exclamó burlonamente. La castaña la miró en silencio—. ¿Qué? ¿Tú-Sabes-Quién te comió la lengua?

La chica presionó sus labios juntos mientras fingía ignorar las feas palabras dirigidas a ella, y comenzó a quitarse los guantes y el resto de su equipo para colocarlo en su bolso de lona. Después de un largo silencio de parte de la chica, sus compañeras de equipo decidieron dejar los comentarios hirientes y seguir con sus propias cosas, pero no sin hacer comentarios sarcásticos sobre ella a veces.

Cuando se dio cuenta de que estaban listas para irse, giró su cabeza a un lado para chequear si estaba sola, solo para ser empujada y golpear el casillero con su hombro. Gruñó entre dientes mientras les enviaba una mirada mortífera que hizo que el color drenara de sus rostros, la chica sonrió con malicia y se dio la vuelta rápidamente para salir del lugar. La mirada mortífera siempre funcionaba para ahuyentarlas, pero siempre volvían para burlarse de ella al día siguiente.

—¿Esta es mi venganza, hermano? —Murmuró, tirando su equipamiento deportivo enojadamente dentro de su bolso.

Cerró apresuradamente su bolso de lona y lo sacó del closet antes de cerrar la puerta de golpe. Sus ojos esmeraldas vieron su antebrazo descubierto y la Marca Tenebrosa la saludó como lo hacía cada vez que se despertaba, como recordándole de la ácida agonía que la hizo pasar en el pasado.

Como un instinto, colocó la mano sobre la marca y pronto sintió sus uñas rasguñarla rápida y dolorosamente, la hizo gruñir mientras salía de los vestidores y hacia la salida del campo. Camino sin rumbo por la calle, viendo a los muggles hacer sus rutinas diarias y usando su extraña tecnología muggle, hizo su camino hacia la entrada del Callejón Diagon en silencio.

Sus dedos rasguñaron apresuradamente su antebrazo con fuerza, y hundió las uñas en su piel, quería borrarla de su cuerpo, y si pudiera, de su mente también. Bajó la cabeza ante la vista de las miradas siguiéndola con cada paso que daba, se sentía dolorosamente aterrador estar allí. La castaña se tambaleó por la calle desigual en busca de la brillante y colorida tienda. El sentimiento de incomodidad se esparció por cada centímetro de su cuerpo y sus ojos esmeraldas comenzaron a sentirse pesados, débiles y a picarle. Su garganta se apretó mientras veía a la gente saltar lejos de ella al moverse por el atestado callejón.

Una sonrisa apareció en sus rasgos mientras notó la gran tienda a unos pasos de distancia, forzó a sus pies a trabajar para llevarla rápidamente a la tienda y encontrar algo de beber, de repente se sentía sedienta y en la seria necesidad de algo que detuviera su dolor de cabeza. La chica acomodó el bolso de lona alrededor de su torso y entró a la tienda con premura, sus ojos esmeraldas escanearon el lugar en busca de algo para beber, algo que detuviera el mareo.