—¿Qué hemos hecho para merecer esto?—pregunto con la voz entrecortada, desesperada.
—Qué irónico—ríe sarcástico caminando con paso precavido—Ellos me abandonaron—espeta con rabia a Olivia y Ryan—Tú te quedaste con la chica—las fosas nasales se le hinchan como globos solo de mirar a Alan—Y tú—me mira a mí. Trago esa saliva tan espesa que estaba presa en mi garganta—Tú lo elegiste a él—me señala con frustración.
—No sé de qué estás hablando—digo sincera sin entender ninguna de las palabras que salían de su boca.
—Creo que necesita agua para refrescarse—ríe Erika con una botella de agua en la mano que minutos antes había agarrado de una mochila de esas que llevas al gym, aunque como nunca fui, no sé.
—Lo necesita—asiente llegando a mi lado.
Hudson extiende la mano hasta que Erika le entrega la botella. Cierro los ojos esperando algo que llegará y no será bonito. Abro uno de mis ojos cuidadosamente pero veo que Hudson ya no está a mi lado. Parpadeo varias veces hasta ver que Hudson empapa a Alan de agua. Su cabello húmedo cae por su frente. Las puntas tiran gotas de agua como cascada. Veo como Alan muerde el paño aguantando toda la ira que no puede sacar.
—¿Esta es tu forma de divertirte?—le grito llena de enfado. Hiperventilo quedándome sin habla conforme pasan los segundos.
—¿Acaso tú también quieres?—ríe la señora con mala vestimenta.
La ignoro y sonrío como toda una retadora. Erika se molesta y viene directa a mí solo que Hudson la detiene.
—A mí desde pequeño me hicieron vivir con Erika—empieza a contar su historia—Yo no vivía mal. Hasta que Erika me contó sobre lo que estos seres me habían hecho a mí. Erika me hizo abrir los ojos. Ellos no son las personas que uno piensa. Ellos te destruyen—escupe en los pies de Olivia con asco. La cara de Olivia está llena de lágrimas. Tantas lágrimas que se le ocultan los principales rasgos—El caso es que Erika me habló sobre la fortuna que estos dos tienen solo que Alan tiene la mayor parte. Alan posee casi todo—se aproxima al susodicho acariciando su barba.
—Déjalo en paz—grito ganándome otra cachetada de la vieja.
—La defensora—levanta las cejas mirando a Alan negando—Si mato a todos la cosa es fácil. A ti, Holly, no te hubiera pasado nada, pero eras parte del plan. Sabíamos que Henri trabajaba para ellos. Sabíamos que Henri nos llevaría a ellos. Y nos lo dejaste tan fácil,Henri—observa a Henri al igual que yo. Todos queremos salir aquí.
La sensación de no poder moverte, de no poder hacer nada, es impotencia.
—Solo nos queda deshacernos de vosotros—empieza a contar las personas que hay en los árboles—¿Quién quiere ser el primero?—coloca una de sus manos en su oreja derecha como si estuviéramos susurrándole algo—Oh, Alan quiere ser el primero—se hace el sorprendido.
—¡No! ¡Él no! ¡Mátame a mí, pero no a él!—suplico entre sollozos intentando una y otra vez desamarrarme del tronco del árbol.
—Eres muy dramática—rueda los ojos Erika apoyándose en el mismo tronco donde estoy yo.
No me importa lo que diga, no me importa lo que espete. Me importa Alan. Me importa Henri. Me importan todos aunque intente negarlo. Me importaba Hudson.
—Destapémosle la boca a Alan—propone Hudson con aire malicioso. Coloca su mano en el trapo y lo desamarra hasta que Alan puede hablar.
—¡Cabrón de mierda!—grita Alan con todas las fuerzas que pudo obtener—¡Estás loco!
—No veas cuánto—Hudson sacude su mano dando pequeños saltos.

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ALAN ©
Fiksi Remaja¿Quién es Alan? Solo si lees esta historia podrás saberlo, así que coge una pizza y ponte a leer chic@ wattpader. Nada es lo que crees. Los protagonistas no están a la venta, no vayan a Google a buscar. Creada para leer en sitios donde finges que es...