Eres lindo, Marco. |Marco Díaz y tu|

×nueve×

- Este trabajo deben entregarlo este mismo viernes. –habló Calavera, segundos después de que el timbre de cambio de clase sonara.

__ caminó hacia su casillero y tomó su libro de francés.

- Enana. –volteó para encontrarse a Marco. - ¿Haremos el trabajo juntos? –la chica asintió con una sonrisa. - ¿Quieres que nos juntemos hoy en mi casa?

Ella se encogió de hombros, de todos modos su madre trabajaba hasta tarde en la cafetería y su padre no llegaba de su viaje de negocios hasta mañana.

- Sólo debemos soportar las burlas de Star. –se encogió de hombros el moreno. __ rió por lo bajo, cerrando su casillero.

- Descuida. Tengo hermanos menores. –ella sonrió y Marco la miró raro, sus padres casi nunca estaban en casa por lo que le había contado ella. – Los cuida mi tía Scarlett, Marco. –él formó una O en su boca y __ rodó los ojos divertida.

Caminaron hasta la clase de francés, sentándose juntos cómo normalmente lo hacían desde que se volvieron más cercanos.

- Muy bien alumnos, saquen una hoja. –dijo la profesora. – Comenzaré a anotar las preguntas en la pizarra, recuerden que el examen será la mitad de su calificación.

El moreno abrió los ojos como platos, ni siquiera recordaba haber escrito algo en su agenda acerca de un examen. Picó el hombro de ___ y ella volteó hacia él, rió al ver su cara de susto.

- Es mentira. –susurró la peli-azul. – Simplemente quiere asustarnos. –se encogió de hombros.

- Pero ella parece muy convencida, dudo que sea mentira. –dijo Marco, muriendo de miedo internamente. Había mejorado sus calificaciones y las bajaría de nuevo por ser despistado.

La profesora volteó y comenzó a reír ante las expresiones de todos los demás, sosteniéndose el estómago antes de decir:

- Es una broma. –lanzó la tiza a algún lugar del salón. Marco suspiró aliviado y ___ alzó las cejas en su dirección. – Hagan las actividades tres y cuatro de la página ciento sesenta. –se sentó despreocupadamente en su silla, comenzando a beber su taza de café.

- Te lo dije. –la peli-azul le mostró la lengua a Marco y él gruñó por lo bajo.

× × × ×

- Ella es ___. –dijo Marco, señalando a la peli-azul. Sus padres la saludaron con una sonrisa.

- Soy la mejor amiga de su hijo. –alardeó ella. – Le he hecho ser un buen chico de nuevo.

Marco suspiró, sabía que ella bromearía de esa manera. Ambos subieron las escaleras hasta la habitación del moreno, __ de inmediato se lanzó a la cama de él. Sonriendo.

- Huele a ti. –murmuró y rió ligeramente al ver el sonrojo que cubría la cara del moreno.

- Deja de hacer eso. –dijo el chico cuándo vio que ___ refregaba su nariz por encima de la colcha de su cama. - __, es raro.

- Tú eres raro. –respondió ella de manera infantil, parándose de un salto y caminando hacia el chico. - ¡Comencemos!

Él rodó los ojos divertido, la peli-azul realmente era divertida y pasar tiempo con ella era una de las cosas favoritas de Marco.

Porque le había agarrado cariño. Porque la quería.