×veintisiete×

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- ¿Por qué estás usando mi sudadera? –preguntó Marco, al ver a ___ de espaldas. La chica se volteó con los ojos abiertos cómo platos y comenzó a reír nerviosamente. – Y en la escuela.

- Es que ayer me la puse y es calientita y... -suspiró, con una sonrisa embobada. – Y huele a ti.

El chico rió y la abrazó por los hombros, besándola brevemente en los labios para que luego entraran a la primera clase del día. Historia, ¿quién pone historia cómo primera clase cuándo sabe que los cerebros de los estudiantes aún están dormidos? La respuesta: el profesor Skeeves.

- Comencemos. –habló la profesora, colocando un montón de hojas sobre su escritorio y paseando su mirada por todos y cada uno de los estudiantes presentes en ese salón, sonriendo con malicia tras eso.

Marco suspiró. ___ suspiró. Todos suspiraron. Marco la odiaba. ___ la odiaba. Todos odiaban a la profesora de historia.

× × × ×

- ¡MARCOO! –gritó ___ y Marco se sobresaltó, la chica sonrió y lo besó en los labios con gran frenesí. Él la tomó de la cintura para acercarla a su cuerpo y devolverle el beso con mayor intensidad. Luego de unos segundos la chica se separó con un hilo de saliva uniendo ambos labios.

- ¿Y eso qué? –preguntó el moreno, sonriendo y relamiendo sus labios al –aún – sentir los labios de ella sobre los suyos.

- Jackie te mira mucho desde hace unos días. –pasó sus brazos por alrededor del cuello del castaño con una sonrisa coqueta. – Yo sólo quería defender lo que es mío.

- Vaya. –sonrió, poniendo sus manos en la cintura de ella. – Me encanta cuándo actúas celosa. –le mordió el labio antes de volver a pegar sus bocas.

Mientras ___ y Marco estaban muy concentrados en besarse, Jackie estaba a punto de romperle la mano a Blake de la presión que hacía. El chico comenzó a chillar y ella lo soltó con fuerza, sin importarle que casi le había roto la mano al pobre.

Jackie no dudó en empujar a la peliazul fuera de Marco, haciendo que ella pestañeara varias veces confundida. Al ver a la albina, apretó los puños.

- ¿Qué es lo que quieres? –preguntó ___, frunciendo el ceño. La albina sonrió con satisfacción.

- ¿Qué? ¿acaso te olvidas cuándo me arrancaste el mechón de cabello?... –dijo, cruzando los brazos. – Es tu turno, cariño.

La albina empujó a ___ al suelo, subiéndose sobre ella y comenzando a jalarle el cabello. Pero la peliazul era mucho más ágil y fuerte, por lo que apartó a la albina de una patada y ahora ella comenzó a jalarle el cabello, ganándose algunos golpes –muy poco dolorosos – por parte de Jackie.

La historia terminó con ambas con detención y una llamada a sus padres. Los de ___ no le dieron importancia, su padre hasta la felicitó, pero Jackie se llevó el regaño de su vida.

___ y Marco rieron. Amaban verla sufrir.

r8-

Eres lindo, Marco. |Marco Díaz y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora