Eres lindo, Marco. |Marco Díaz y tu|

×siete×

- ¡¿EL CHICO SEGURIDAD EN DETENCIÓN?! –exclamó Janna, provocando que Marco gruñera por lo bajo y ___ soltara unas risitas.

A pesar de los "cambios" que habían ocurrido en Marco, Janna simplemente lo trataba cómo antes, burlándose de su actitud cómo "chico seguridad" aunque ahora es bastante contradictorio.

- No empieces, Janna. –dijo Marco, sentándose en uno de los pupitres y poniendo su rostro en la palma de su mano.

- ¿Nunca has estado en detención? –preguntó ___, sentándose sobre la mesa del pupitre. – Se puede hacer de TODO. –recalcó la última palabra. – Excepto salir de la habitación.

- Entonces no tiene ninguna gracia. –murmuró el moreno por lo bajo con un tono de disgusto.

- ¿No? Allí están los que se preocupan por su calificación a pesar de ser "malos". –dijo, señalando a un grupo de chicos que estaban realizando un ensayo. – Las populares. – Brittney limaba sus uñas mientras Leah estaba en su celular, sorprendentemente ninguna de ellas le hizo un comentario a Marco. – Los peleones. –señaló a Janna, ella tenía un cubo de metal en la cabeza al igual que Bob, un chico mayor que ellos. La morena corrió hasta golpear su cabeza con la de su oponente, perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo entre risas al igual que los demás. – Y yo. –se señaló, orgullosa.

- ¿Y tú que eres? –preguntó Marco. – Dudo que hayas conseguido un "puesto" con el poco tiempo que llevas aquí. –hizo comillas con sus dedos, mirando a la chica. – Así que dime ___ Adams, ¿quién eres? –preguntó lentamente.

- Yo, Marco... -se bajó del pupitre de un salto, caminando hasta adelante del moreno. – Soy la reina.

- Demuéstralo. –dijo el chico desafiante, cruzando los brazos.

___ se encogió de hombros, acercándose al escritorio que se suponía era del profesor para sacar una corona probablemente de plástico de uno de los cajones.

- ¡EY! –gritó, todos la observaron y de inmediato se pusieron en fila delante de ella. Sí, Brittney junto a Leah también.

- ¿No vas a ponerte de pie? –le susurró Bob a Marco. – Es la reina. –el moreno rodó los ojos, poniéndose al final de la fila junto a Janna, que lo codeó ligeramente.

- Veo que todos están muy animados, ¿les está gustando su estadía en la detención? –todos contestaron un entusiasmado "¡Sí!" dejando de lado a Brittney, que respondió con desgano.

- Bien. –continuó la oji-gris. – Entonces la pasarán mejor. –dijo, tomando el bote dónde había tizas. - ¡Haremos una guerra de tizas!

Janna soltó un grito de guerra, seguido por los de los demás.

- Deberán sacrificar sus ropas. –hizo un falso puchero y todos le sonrieron cómplices. - ¡Tres tizas completas por soldado, vamos, vamos, vamos! –chilló ___, entregándole las tizas correspondientes a cada quién pasaba. Brittney las tomó ella misma y Marco extendió la mano de mala gana.

- Anda. –ella sonrió, no pensaba que el moreno iba a jugar. Y dejó tres tizas en la mano del chico.

- ¡COMENCEMOS! –los pequeños trocitos de tiza volaban por los aires, siendo pisados, rompiéndose o manchando alguna prenda.

___ chifló y todos pararon de repente. Ella tenía parte de su cabello manchado con tiza rosa.

- Muy bien. –dijo ella. – Eso ha sido la mejor guerra de tizas. –todos gritaron de vuelta, vaya que gritan, dándole la razón a la chica.

Los adolescentes salieron de detención sucios y riéndose, Marco nunca pensó que estar en detención sería así de divertido.

- ¿Y bien? –preguntó ___, caminando a su lado. El moreno se volteó hacia ella sonriendo. – Eso es un sí. –dijo, dándole una palmadita a Marco en el hombro.

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