×treinta y cuatro×

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- Hola Liam. –dijo Marco al ver cómo el niño estaba abrazado a la pierna de su novia. Liam simplemente escondió su rostro en la falda de ___.

- Hola Marco. –habló ella, el moreno se inclinó para besarle brevemente los labios. - ¿Quieres ir por un helado? –le preguntó a Liam y el niño asintió con la cabeza. – Tú adelántate al parque, llegaré en unos minutos.

El chico asintió y le dio otro beso.

___ se dirigió hacia la heladería de allí cerca mientras Liam le tomaba la mano y daba saltitos de felicidad.

- Hola Marco. –el moreno levantó la cabeza al escuchar su nombre, Jackie estaba allí delante y rodó los ojos.

- ¿Qué es lo que quieres? –preguntó él, exasperado. No le gustaba nada que Jackie siquiera fuera a su escuela, ¿ahora tenía que encontrarla fuera?

- Sólo hablar. –ella se sentó al lado del moreno y le acarició el cabello. Pero Marco le abofeteó las manos rápidamente y ella soltó un quejido. - ¿Por qué ahora me tratas así? es todo culpa de esa.

- "Esa" –el moreno hizo comillas con sus dedos. – Tiene nombre, es ___ y es mi novia. Así que mejor te callas y te vas, porque no me interesa en absoluto verte o hablarte.

Jackie apretó los dientes. Ella enserio había hecho un buen trabajo. El moreno nunca antes le había hablado así.

- ¿Sabes que por más que me digas todo eso, seguirás siendo un tonto perdedor? –ella lo miró, sonriendo maliciosamente. – Nadie te quiere, Díaz. Acéptalo.

- ___ me quiere. –respondió él, apretando los puños.

- Sí, te quiere. –dijo la albina. – No sé cómo pudo ser tan idiota, querer a alguien cómo tú... -rió. –Ya pasé por eso, eres idiota y no lo suficiente. Ella se cansará cómo yo lo hice.

Los ojos del moreno empezaron a cristalizarse, no quería llorar, no quería tragarse todas las palabras que Jackie decía. Pero, ¿y si era verdad? ¿y si ___ algún día se cansaba de él?

La albina sonrió al ver que el moreno comenzó a derramar lágrimas. Le dio un beso en la mejilla que Marco se limpió con asco antes de irse, sonriendo victoriosa.

- Marco, ¿qué sucede? –preguntó ___, acercándose a él y tomándolo de las mejillas. Liam miraba todo con confusión.

- N-nada. –respondió él, limpiándose rápidamente las lágrimas y sintiendo cómo ___ le acariciaba las mejillas.

- Es Jackie, ¿cierto? –el silencio del moreno confirmó su teoría. – La voy a matar.

Ni siquiera le importó estar en un lugar público para comenzar a pelear con Jackie.

Ahora además de un mechón menos, tenía la nariz rota.

Pero eso no hacía que el moreno se sintiera mejor.


Eres lindo, Marco. |Marco Díaz y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora