Eres lindo, Marco. |Marco Díaz y tu|

×ocho×

Marco se sentía feliz. Feliz de que __ no se hubiera rendido al intentar ser su amiga. Y tampoco se rendiría, cabe destacarlo.

Pero la chica comenzaba a sentir algo más fuerte que sólo un "amigos" por Marco, sonriendo cada vez que él lo hacía y sintiendo su corazón palpitar más fuerte cuándo veía al chico a lo lejos. Suspiró, tal vez estaba enferma.

Por su parte, el moreno también sentía ese tipo de cosas, pero no les daba importancia. No quería que volviera a pasar lo mismo con Jackie, que ___ terminara dejándolo y diciéndole cosas desagradables.

- ¡Buenas! –gritó Star, abrazando a ___ por los hombros. La peli-azul le sonrió ampliamente. – He notado que ahora te has hecho buena amiga de Marco. –canturreó la rubia. - ¿Puedes contarme que le había sucedido?

Si bien ___ confiaba muchísimo en Star, el Díaz le había pedido que no le contara las razones a nadie, ella podía inventar cosas, pero nada de decir la verdad. Sí, que buena influencia.

- Se había cansado de que le digan "chico seguridad". –rodó los ojos ___, dándole más realismo a su actuación. – Sólo eso.

- Creí que Marco era más inteligente. –murmuró Star, __ aguantó la risa. – Que va. Gracias por decirme. –se encogió de hombros antes de despedirse de la peli-azul y correr hasta Janna.

__ continuó caminando hasta su casillero, dónde acomodó algunos libros y tomó su manual de matemáticas.

- Hola enana. –sintió que la abrazaban por los hombros y sonrió al ver a Marco en el reflejo del espejo dentro de su casillero.

- Hola chico malo. –se burló ella, el moreno rodó los ojos con diversión.

A Marco no le importó la mirada de Jackie –ahora faltándole su mechón pintado, gracias ___. – ni la de ninguna otra persona mientras caminaba por el pasillo abrazado a la peli-azul.

- ¿Puedes soltarme? –preguntó ___, tratando de apartar las manos de Marco de su cuerpo.

- Nanai. –respondió el moreno de manera infantil, __ reprimió una risita, se había escuchado tierno.

- El chico malo siendo tierno y cariñoso, ¿te comiste a Marco? –él chico le dio un golpecito en el hombro a ella.

- Se acabará el efecto si sigues así, murmuró, apoyando su mentón en la cabeza de ella mientras continuaban caminando. Casi tropiezan, puesto que Marco enredó su pie con el de ___ y casi cae hacia adelante.

- ¡Tonto! –chilló ella, y por primera vez desde que conocía a Marco, él rió. Ella abrió los ojos como platos y se volteó. El Díaz tenía las mejillas rojas y fingía cubrir su boca. - ¡Te reíste! –señaló al moreno. Mirando hacia el cielo y abriendo los brazos. - ¡Dios me ha escuchado!

El moreno le dio un golpe en el hombro y ella soltó unas risitas, sabía que el chico reaccionaría de esa manera. Le mostró la lengua y Marco le devolvió el infantil gesto.

__ le besó la mejilla al chico antes de abrazarlo por la cintura. Y si bien Marco se sorprendió correspondió, comenzando a caminar con ella.

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