Mi papá estaciono el auto y me bajé de una. Aún estaba con ropa de colegio, y estaba chata hueón.
Entré a la casa y vi a mi mamá de espaldas conversando con alguien. Estaban sentados en el sillón, y cuando me acerqué casi me pongo a llorar. El Mati estaba prácticamente igual, aunque tenía un poquito de barba. Se paró, y me abrazó con fuerza. Yo igual lo abracé lo más fuerte que pude.
- Puta que estai fea cabra chica- le pegué un wate.
- No me vei hace caleta y me deci eso- de río y me abrazo.
- Si era broma oh, que estai grande hueón.
- Ese vocabulario- mi mamá lo retó pero se puso a reír.
- Te extrañaba muchoo- le tiré el pelo y le pegué un wate.- Yaa no te envoli tampoco- se río- anda a dejar tus cosas arriba para que hablemos.
- Dale.
Subí al segundo piso y dejé mi mochila en mi pieza. Me puse el pijama y me tomé el pelo. Ya era tarde y no pensaba salir, por eso no me puse otra ropa.
Bajé con el teléfono en la mano pero me quedé parada en medio del pasillo. Había otra persona. Estaba sentada al lado de mi hermano, y era rubia. Me acerqué despacito, sin meter mucho ruido, pero al final igual me escucharon y se dieron vuelta. Mi hermano la tenía tomada de la mano, y ella se estaba riendo. ¿Quién es esta perra culiá y qué hace tocando a mi hermano?
- Hola- se paró y me dio un beso en la cara. Que asco.
- Hola...
- Anais, ella es la Javi. Es mi polola.
"Es mi polola"...
"Es mi polola"...
"Mi polola"...
"MÍ"...
- Ah...- me senté al lado de mi mamá- buena- le sonreí. No es necesario decir que mi sonrisa era más falsa que la voz de Bryant Myers.
- ¿No es linda?- miré a mi mamá y estuve a punto de decirle que no, que lo que vi en el baño del conserje el otro día era más lindo que está hueá, pero me límite a decir que si con la cabeza.
- ¿Cuánto llevan?- el Mati se quería reír. Me conocía.
- Siete meses.
- ¿Y por qué no nos habías dicho?- me crucé de brazos- yo pensé que seguías con la Rita.
- No, con ella estaba cuando estaba en el colegio.
- No saliste del colegio hace mucho po.
- Si, pero ya no estoy con ella.
Nos quedamos callados. ¿Que iba a decir? Me parecía muy desubicado que llevara a una mina a la casa así como así. Tendria que habernos preguntado antes, mínimo.
Mi mamá nos hizo pasar al comedor y yo le ayudé a servir. Habia hecho zapallos italianos rellenos. La hueá de adentro era rica, pero no me gustaba el zapallo. Le serví a a la mina primero, y se comportó como una dama la fea culiá. Mis papás la amaron mal, y mientras comíamos nos enteramos de que era de la Serena. No era tan pesada, pero seguida siendo una amenaza. Cuando mi hermano tenía polola siempre me dejaba de lado y no salía conmigo.
La mina estaba estudiando gastronomía, y según su punto de vista "profesional" la comida estaba super buena. ¿punto de vista profesional? Esa hueona había entrado recién a la carrera y ya se creía un comensal de Master Chef.
- Nani- me llamo mi hermano cuando íbamos subiendo las escaleras para ir a acostarnos. Él me decía nani desde que estaba chica, porque yo no podía decir "Mami" y decía "nani".
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Más hueona y no nazco; Chilensis.
SonstigesUna frase y cuatro palabras: Qué paja la vida. Ni siquiera sé porque me pasan tantas hueás a mi, ¿A quién le hago daño yo? No molesto a nadie... porque la Alisson no cuenta. Necesito un cambio, con urgencia. Pero primero les voy a contar una histor...