Lo que pasó en el carrete

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VALE:

Trato de levantarme y abrir los ojos, pero no. Me tomo la cabeza y abro un ojo. Conchetumare, ¿Que pasó ayer? Miró alrededor y me doy cuenta de que estoy en una cama. Cuando puedo abrir los dos ojos me puedo ver cómo el sol entra por la ventana. Miro de muevo. Hay una mujer acostada en el piso, cerca de la cama. Está vestida con lo que parece una capa y hay un perrito arriba de ella. En la pared hay un pene dibujado con mucha brillantina. Me trato de parar pero no puedo. Miro a mi lado y casi me da un ataque zorriaco. El primo de la Anais me está abrazando y esta durmiendo.

- Conchetumare...- digo bajito para no despertarlo.

Me levanto como puedo y me reviso. Estoy con la misma ropa de ayer, asique creo que no hice nada con él. Miro y en el balcón hay un hueón durmiendo, tomo lleno de algo café. Ojalá sea Nutella. Voy hasta el baño, o donde parece está. Me miro al espejo y casi grito. Tengo todo el maquillaje corrido, parezco cualquier hueá menos ser humano. Me lavo la cara y los dientes rapidito y me hago una cola. Siento que algo suena adentro de la ducha y me asusto. Tiro la cortina y me encuentro a la Anais acostada en la tina, con varios condones inflados alrededor. Los saco con asco y la muevo.

- Hueona... despierta.

- Déjate dormir otro rato...- se queja y se da vuelta. Tomo un condón y se lo paso por la cara- ay, que ascooo- se endereza y la muy ahueoná hace que nos peguemos un cabezazo- Auuuch, ¡Ten cuidado po Vale!

- Ten cuidado tu ahueoná- me siento en la taza y me sobo la frente. Tiene la cabeza dura esta hueona.

- hermano, me duele la cabeza- la veo acomodarse en la tina para mirarme.

- a mi igual- apoyo los codos en mis rodillas y mi cara en mis manos- Hueón, ¿Que chucha pasó anoche?

- ¿Como?¿No te acordai?

- No po, ¿tú si?- pregunto con esperanza.

- No hermano- se ríe pero hace una arcada- oh que asco, nunca más tomo- se pasa las manos por la cara y se intenta parar. La ayudo como puedo- déjame lavarme los dientes por último.

La espero mientras me miro al espejo. Tengo unas ojeras que te las encargo, igual que el dolor de cabeza. Me reviso frente al espejo y veo que en el borde de mi polera se ve una hueá. La levanto y grito. Tengo un montón de hueás escritas con lo que parece plumón. Hay penes, estrellas, caritas y hasta signos nazis dibujados. La Anais me ve y se ríe.

- Hueona necesito saber que pasó anoche.

- Yo igual- se arregla la polera y se queja.  Se estira el cuello y se busca alguna hueá. De repente se pone pálida.

- ¿Qué pasó?

- Hueona, tengo un piercing en el pezón.

- ¡¿QUÉ?!- grito histérica.

- Mira- se empieza a bajar la polera.

- ¡No quiero ver tu teta!

- Ya bueno, no te la muestro- se ríe y se sigue mirando- hermano, que loco y que bacán

- Anais, ¿vo eri hueona o te parieron al revés?

- Cállate oh, yo no tengo todo el cuerpo rayado.

Más hueona y no nazco; Chilensis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora