💞Dos💞

199 28 74
                                    


SeokJin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

SeokJin

El primer día de clases después de las cortas vacaciones de verano, no solía ser demasiado exhausto, pues muchas de las clases solían ser simplemente introductorias. Una vez que tocó el timbre para el descanso del almuerzo, salí a toda prisa de mi aula, fui en busca de mis amigos. Los cuales junto a mí formábamos un grupo bastante conocido en el instituto, pero no por ser lo más populares exactamente, sino más bien, por ser autores de gamberradas, de bromas pesadas a ciertos compañeros, que cada inicio de año escolar, alguno de mis amigos elegían al azar o bien por algún motivo personal. Estaba realmente curioso de quién iba a ser elegido aquel año, el cual sería mi último en aquel instituto, pues me iba a graduar. Pero, ¡un momento! no  juzguéis a mis amigos no lo hacían por maldad, simplemente para divertirse, además las bromas no solían ser tan extremas.

JiMin, YoonGi, NamJoon y JungKook me esperaban en el comedor del centro escolar. En cuanto me vieron se les formó una sonrisa cómplice. El pequeño del grupo, es decir, JungKook me llamó con la mano, estaban sentados sobre una de las mesas del comedor, observando a la multitud. Intuí que se encontraban buscando a la nueva víctima.

—Hey, chicos ¿qué tal? —dije al tiempo que saludaba a cada uno de ellos con nuestro saludo particular, chocando el dorso de nuestras manos derechas luego dándonos las palmas — ¡Qué! ¿Habéis elegido a alguien?

JiMin asintió en silencio con sonrisa llena de malicia dibujada en su rostro.

—Hyung, hemos encontrado a nuestra víctima.

—Huy, huy, mejor a nuestro elegido puesto que victima suena muy grotesco —dijo con dolor fingido JungKook— ¡Qué van a pensar de nosotros!

Todos se rieron al unísono, salvo yo que me limité a forzar una sonrisa incómoda. 

— ¿Y bien? ¿Quién es él? —Pregunté  fingiendo entusiasmo—pues debeis darle una bien merecida bienvenida ¿no creéis?

—Incorrecto, esta vez no hemos elegido a un chico sino a una chica —respondió YoonGi con sonrisa socarrona dibujada en su rostro. 

Enarqué las cejas totalmente contrariado.

—Esto será divertido —añadió NamJoon mientras miraba alternativamente al resto de los chicos, como si estuviesen arguyendo algo del que no querían que me enterara. 

— ¿Una chica? Pero nunca lo habéis hecho de ese modo, suelen ser chicos ¿estáis seguros? —volví a preguntar algo dudoso y preocupado.

—¡Nah! no te preocupes, no seremos tan malos con ella. Tendremos en cuenta que se trata de una chica —dijo JungKook mientras levantaba su dedo índice señalando a un lugar—¡allí está! —miré hacia el lugar que señalaba su dedo.

De pronto, sentí como si alguien me hubiese golpeado en toda la boca del estómago, sintiéndome que me quedaba sin oxígeno. No, ella no.

—Ella es la que acaba de incorporarse esta misma mañana —repliqué. 

—Tanto mejor, ha empezado hoy. Me he informado que viene de Bangkok, así que apenas habla coreano, eso hace que sean más fáciles las cosas —YoonGi rió con sorna—pues ya está Hyung, ahora es tu turno, tienes que darle la bienvenida más cálida que hayas podido dar en toda tu vida escolar en este Instituto.

Pero ¿por qué había tenido que ser ella? ¿Acaso había estado justo en el momento y lugar equivocado? Me parecía la florecilla más hermosa de todo el campo de flores, y me lo había parecido desde el primer momento en el que había visto su fotografía y lo comprobé cuando me había cruzado de manera torpe en aquellas gradas, y ahora, ¿tenía que hacerle la vida imposible durante todo o casi todo el curso? ¿Y si me negaba?

— ¿No os parece algo bonita? —pregunté dudoso— ¿A qué sí?

—Bonita es, no lo vais a negar chicos ¿verdad? —respondió JiMin— ¿Te gusta? —levantó las cejas repetidamente—. Si lo aceptas podemos retractarnos. 

—Eso da igual, ya lo hemos decidido —contestó con voz áspera YoonGi— ¿Lo vas a hacer? o lo tendré que hacer yo. 

Tuve que hacer de tripas corazón, pues sinceramente no me hacia la menor ilusión tener que empezar de esa manera con ella. Ya la había estado esperando desde hace mucho tiempo y ahora iba a tener una imagen errónea de mi. 

¡Maldita sea! Porque no tengo el suficiente carácter para enfrentarme y negarme esta vez. Lo siento mucho.

Animado por las voces de mis amigos, emprendí el paso hacia la mesa en la que se encontraba almorzando tranquilamente. Me detuve de pie junto a su mesa, ella levantó su mirada, me miró para después sonreírme dulcemente. Me senté a su lado muy nervioso.

—Hola —le dije con voz temblorosa.

Ella me devolvió el saludo muy entusiasmada.

—Buen provecho.

—Gracias —respondió con dulce y tímida voz, al fin había conseguido escuchar su voz, y era tal y como me lo había estado esperando que fuese. Volví a dudar sobre lo que iba a hacer a continuación, pues sabía que me iba a odiar en cuanto acabase de hacerlo.

Busqué algo con mi mirada sobre la mesa, hasta que divise un bote que kétchup, junto a la bandeja de su comida. Lo tomé y en un amago de echarlo encima de sus patatas fritas abrí el bote, se lo terminé arrojando encima de su cabeza. Encima de aquel precioso y lacio cabello. Ella se sobresaltó y reaccionó poniéndose rápidamente de pie.

— ¡Bienvenida al instituto Seúl!—dije. Y una vez dicho todo eso, toda la muchedumbre del comedor empezó a desternillarse, en especial mi grupo de amigos, quienes aplaudían animadamente la acción que acababa de terminar de realizar. 

Pude ver que sus ojos empezaron a encharcarse y no pude por menos que sentirme el ser más rastrero del mundo. Empezó a tocarse el pelo mientras me miraba y negaba con su cabeza. Tenía la intención de quitarse el contenido de su pelo.

— ¿¡Pero serás imbécil!? ¿Qué se supone que haces? —. Escuché una voz, reprendiéndome y la vez sintiendo como me empujaba, haciéndome a un lado. La voz resultó ser de HoSeok, el presidente del grupo estudiantil, era como una especie de héroecillo. Definitivamente me caía mal ya desde siempre. 

Se posicionó junto a ella, tras haberle preguntado si se encontraba bien, la tomó del brazo y la ayudó a salir del comedor.

— ¡Estaréis contentos! —Vociferó desde el umbral de la puerta—¡dais vergüenza, todos!

Todo el mundo enmudeció, las risas se detuvieron. Mis amigos se acercaron a mí y cada uno me dio una palmadita en la espalda, felicitándome como si de una gran hazaña se hubiese tratado, sin embargo, yo no pude dejar de sentirme como un verdadero villano. 

¿Cómo la voy a ver a la cara a partir de ahora?

🍀🌹🍀🌹🍀🌹🍀🌹🍀🌹🍀🌹🍀🌹
Ay había empezado bastante entusiasmada a escribir este fic, pero últimamente me ha desanimado mucho, así que no sé si continuarla o ya no. Puesto que lo veo muy cliché y no sé, como que ya hay demasiadas historias con esta misma temática.  Bueno si algún lector lee esto, que me ayude y responda ¿continuo o lo dejo y lo elimino? 

Hasta que llegaste tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora