💞Veintiséis.💞

66 14 23
                                    

SeokJin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

SeokJin.

¿Y bien, qué hacías en el lugar? ¿Y siguiendo a la señorita Choi?  preguntó el agente de policía con voz queda mientras yo me mantenía en silencio y mirando a la nada ¡responde!  Golpeó la mesa con la palma de la mano, consiguiendo que me sobresaltara y volviera de mi ensimismamiento. 

¡Por favor! Suplicó mi madre. No se da cuenta que trató de ayudar a la chica y mire como acabo ¿podría ser más indulgente? Señaló con su mano mi rostro magullado.

Lo siento, señora, pero su hijo fue la última persona que presencio el secuestro  de la muchacha y por tanto, es sospechoso dijo al tiempo que tecleaba, anotando mi declaración en el ordenador.

Mamá boqueó ante la respuesta del policía y a continuación colocó su mano sobre la mía y apretó fuerte contra ella.

¿Sospechoso? ¡Qué locura está diciendo!

Había pasado dos días del secuestro de Sibyl y la desesperación iba en aumento, pues no se había conseguido prácticamente nada. Me maldije a mí mismo por no haber hecho nada prácticamente. Me sentía un reverendo inútil, lo único que había logrado conseguir había sido una fractura de brazo, varias contusiones, una cortadura en la boca y en mi pómulo y un moratón en el ojo izquierdo.

Aquella noche, en cuanto conseguí levantarme, corrí hasta el teléfono de Sibyl que seguía en el suelo y con la llamada aún abierta. Recuerdo que en cuanto hablé por ella, al otro lado de la línea se escuchó una voz completamente histérica, pues la madre de Sibyl había escuchado los gritos.

Más tarde me veía dentro de una ambulancia rumbo al hospital y una vez allí, trataron con todas mis heridas. Por supuesto, la policía en cuanto se hubo enterado de que ya había sido dado de alta, procedieron a citarme en la estación de policía para interrogarme por segunda vez.

¿Qué, que hacía allí? . Titubé. Estaba de paso y me la encontré, ella evidentemente no me había visto. Suspiré mientras miraba a los ojos del agente de policía. Vi sospechoso a aquel monovolumen negro, por lo que decidí acercarme a ella y bueno lo demás ya lo sabéis, lo dije en el hospital a los otros policías que me interrogaron.

¿Quieres que la encontremos? Acercó su rostro más hacia mí como si estuviese tratando de confiarme un secreto. Entrelazó los dedos de sus manos, cubriendo su boca y tras mirarme de manera inquisitiva, añadió—.Necesitamos que confíes en nosotros y nos digas toda la verdad.

Lo he hecho. He contado la verdad  respondí tras un breve silencio.

Una vez acabado de declarar, firmé el documento y abandonamos la sala, pero no sin antes volverme hacia el agente de policía.

Hasta que llegaste tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora