"Todo cambió en mi interior, solo bastó con mirarte una vez. Y desde entonces solo esperé el momento de tenerte frente a mí. Porque todo cambio, todo, hasta que tú llegaste"
¿Qué tan fuerte es el amor? ¿Es capaz de romper un amargo y conflictivo pas...
Ay la letra de la canción me encanta, además el drama es uno de mis favoritos deberíais verlo, si alguno no lo ha visto. Y sin más rodeos os dejo con el capítulo.
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Todo iba bien, aparentemente bien.
Mamá contó la verdad a mi papá, yo me esperé el típico "o te alejas de él o te obligaré a hacerlo", pero fue todo lo contrario. Fue bastante compresivo, pues me dio a entender que lo sucedido años atrás solo les incumbía a ellos y no tenía por qué afectarnos. Aunque claro me advirtió que a la mínima señal de sufrimiento, sí que obligaría a alejarme de Jin, me gustase o no.
No pude por menos que sentirme dichosa de tener unos padres tan extraordinarios.
En cuanto a Jin, los días de la semana siguiente de la vuelta a clases, lo notaba extraño, como ausente. Salíamos por las tardes, normalmente o a caminar por las orillas del río Han (si menuda locura con el frío, pero era una actividad muy bonita), o íbamos al cine, o simplemente de compras como aquel jueves. Jin me sugirió que fuésemos a alguna tienda a comprar algo de ropa, más concretamente ropa de parejas, costumbre propia de dicho lugar. No me parecía muy atractiva la idea, pero al final acepté. Recorrimos varias tiendas de ropa, comprando entre varias cosas, zapatos, sudaderas, camisetas, pero como os dije, a Jin lo notaba muy distraído. Lo tenía presente en cuerpo, pero su mente se hallaba bastante lejos de lugar. Totalmente ausente eran las palabras perfectas para calificarlo. Varias veces le pregunté sobre si le preocupaba algo, pero, terminaba cambiando de tema o directamente me decía que no era nada. Obviamente no era así, pues últimamente recibía llamadas, las cuales contestaba y se alejaba de mí para hablar. Tal y como sucedió aquella tarde.
—Ahora vuelvo, tú sigue mirando —me dio un beso en la mejilla y salió fuera de la tienda para hablar por teléfono. Entorné mis ojos, dejando una fina rendija para mirarlo mientras él hablaba, moviéndose de un lado a otro en el pasillo afuera de la tienda.
Al final de las compras decidimos mutuamente vestirnos con la sudadera y los zapatos que habíamos comprado durante las horas previas. En cuanto me vio salir del probador con la prenda, levantó los pulgares a modo de aprobación. Nos veíamos adorables ataviados con las prendas, totalmente conjuntados. Aprovechamos para hacernos unos cuantos selfies, haciendo caritas totalmente tiernas. Jin como experto en el tema, lo hacía perfectamente genial.
Antes de volver a casa, nos detuvimos en una cafetería. Nos apetecían unos deliciosos batidos. Mientras yo me recreaba en el sabor de mi batido, Jin bebía su batido a través de la pajita, pero su mirada ocupaba la pantalla de su teléfono móvil, totalmente concentrado pulsaba la pantalla, intuí que estaba escribiendo. Para cuando yo había acabado la bebida, él seguía con su bebida prácticamente intacta, y el borde de la pajita sobresaliendo de sus labios. Seguía distraído. Me le quedé mirando por un momento, analizando cada uno de sus movimientos, en cuanto se percató de mi mirada, me sonrió reflejando en su rostro cierta culpabilidad. Entonces guardó rápidamente el teléfono móvil en el bolsillo de su abrigo.
