"Todo cambió en mi interior, solo bastó con mirarte una vez. Y desde entonces solo esperé el momento de tenerte frente a mí. Porque todo cambio, todo, hasta que tú llegaste"
¿Qué tan fuerte es el amor? ¿Es capaz de romper un amargo y conflictivo pas...
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Las vistas del río Han son perfectas, observadas desde la orilla. La sensación de calma aún a pesar del bullicio del gentío es casi mágico. Giro mi cuello y ahí está él, sentado junto a mi, distraído, sacando los aperitivos y las bebidas de la cesta. Hemos venido de picnic y que mejor momento que hoy, pues al anochecer habrá un espectáculo de fuegos artificiales como preludio del inicio de la estación otoñal.
Llevo en Seúl ya casi un mes desde que él me encontró. Todo sucedió precipitadamente, al principio a papá y a mamá no les hizo la menor gracia, pero tras sopesar las cosas no tuvieron más remedio que aceptarlo. Otro de los motivos que me empujó a volver fue Kim Haneul. Después de todo mi padre tenía razón "la verdad siempre sale a la luz". Tengo entendido que hace un par de meses se destapó todo los fraudes que había hecho a la empresa en la que era socio, así mismo, una llamada anónima a la estación de policía, informando sobre mi secuestro y dando los nombres de él junto con el resto de los chicos había sido como una olla de presión que había terminado explotándole todo en la cara. Evidentemente tenía que testificar. Haneul fue detenido y está siendo procesado estos días, junto con los demás chicos, menos Jungkook que al ser menor de edad aun y no haber sido cómplice (fue engañado, ya que no tenía idea de lo iba a pasar esa noche), no le recaía responsabilidad penal, sin embargo, tenía que recibir alguna reprimenda. Servicios a la comunidad.
—¡Eh, llevad cuidado!— protesta mientras recoge los desperdicios del suelo que la gente inconsciente tira al suelo—. ¡Qué me dais trabajo doble!
— ¡Hey!.— Ahogo una risa burlona suficiente como para ganarme una mirada displicente de parte de Kook —. Ven siéntate con nosotros, al menos te dejaran darte un respiro ¿no?
Hace caso a mi consejo y se sienta alado mío. Le ofrezco una bebida y lo acepta de buen grado. Abre el bote de refresco, produciendo el sonido del gas escapándose del bote. Da un sorbo al líquido y emite un sonido de satisfacción.
— ¿Cuánto tiempo tienes que hacer esto?
Kook se lleva la mano al mentón y achina sus ojos como si estuviera tratando de recordar algo.
—Pues he empezado esta semana . —Empieza a contar con los dedos—. Durante tres meses, prácticamente durante todo el otoño.— Suspira alicaído.
No le parecer hacer la menor gracia, pero, sé que está dispuesto a hacerlo. Recuerdo que me había afirmado estar dispuesto a aceptar la responsabilidad de sus actos. Y estoy segura a pesar de que me lo ha negado, que él fue el que llamó a la policía a contarlo todo.
—Buenas tardes hyung ¿cómo estás? —le pregunta.
—Bastante bien ¿no se nota?—contesta con una sonrisa en sus labios para después abrazarme, apoyando su mentón en mi hombro y desde ahí mira al pequeño Kook.
