SeokJin.
Si todo era una pesadilla quería despertarme de una maldita vez. Sencillamente me sentía el ser humano más desafortunado del planeta entero ¿por qué a mí? ¿por qué a mí? eran las preguntas que miles de veces iban y venían a mi cabeza mientras me encontraba sentado en mi cama, apoyando sobre el cabecero mi espalda. Me dediqué a aplastar con mis manos la pequeña pelota de goma, mirando hacia la pared blanca enfrente de mi cama, tratando de discernir todo lo que había acontecido los últimos días. Cuando de repente escuché unos gritos. Era ella, llamándome.
Me incorporé de la cama, sosteniendo y aun aplastando con más fuerza la pequeña pelota entre mis manos. Me acerqué a la puerta de mi habitación, extendí mi mano hacia el tirador. Tuve la necesidad de abrir la puerta y salir en dirección hacia el origen de la voz desesperada con la que me llamaba. Me debatí entre ceder ante lo que sentía por ella, o ignorarlo y hacer caso a la otra voz. La voz del resentimiento que llenaba de amargura mi corazón cada vez que le daba oído.
Me moví de un extremo a otro dentro mi habitación como un animal enjaulado y desesperado, pidiendo ayuda en silencio para poder salir y acabar de una vez por todas con la situación.
Seguir escuchando como me llamaba, destrozó mi corazón. Ojala hubiese sido tan sencillo, a lo mejor sí que lo era, y era yo quien percibía erróneamente la dificultad de todo aquello.
Mientras en mi fuero interno se forjaba aquella batalla encarnizada entre los dos sentimientos, me permití recodar el momento en el que toda esa pesadilla había empezado. Todo había comenzado el viernes de la semana pasada. Me había levantado algo tarde y tenía mucha prisa, para ese entonces mi padre ya se había marchado al trabajo. Cuando estaba cruzando el umbral de la puerta principal mi madre me llamó al teléfono, realmente desesperada. Necesitaba verme. Había tenido una accidente de coche, había salido ilesa, pero se encontraba bastante nerviosa por la situación. Inicialmente no supe como actuar, hasta que precipitadamente corrí hacía el estudio de mi padre. Llevaba poco de haberme sacado el permiso de conducir, así que a pesar de mis dudas, decidí tomar el segundo coche que teníamos. Las llaves normalmente solía tenerlas mi padre en uno de los cajones de su escritorio, el primero de ellos para ser exactos.
Tiré del cajón con desesperación, las llaves estaban en su lugar. Lo cogí rápidamente, estaba apunto de cerrar el cajón, cuando una foto me llamó demasiado la atención. Lo atrapé con mis dedos, lo acerqué a mi rostro y lo miré con gran confusión. Recorrí cada centímetro de la fotografía.
Negué con la cabeza demasiado incrédulo.
Era mi padre abrazado a la madre de Sibyl, sonreían. La fotografía era bastante antigua, la fecha databa de hacía más de 19 años. Volteé la fotografía y detrás había una inscripción "My dear lady and me". Un nudo se me formó en mi garganta.
Volví otra vez mis ojos al interior del cajón, había varias fotografías más. Debajo de estas un sobre amarillo, metí la mano con bastantes dudas.
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Hasta que llegaste tú.
Fanfic"Todo cambió en mi interior, solo bastó con mirarte una vez. Y desde entonces solo esperé el momento de tenerte frente a mí. Porque todo cambio, todo, hasta que tú llegaste" ¿Qué tan fuerte es el amor? ¿Es capaz de romper un amargo y conflictivo pas...