Capitulo 10

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Gael.

Recién llegaba al restaurante donde había citado a Isabella. Se me había hecho tarde, estuve todo el día trabajando en el despacho. Por suerte ya tenía todo listo para regresar a Nueva York, todos los asuntos estaban solucionados, solo faltaba hablar con Isabella sobre nuestra boda. También pensé que seria buena idea comprar un auto en cuanto llegue, no quiero molestar a Axel y convertirlo en mi chófer, así que cuando llegue me daré un tiempo para ir a comprarlo.
Llegue al restaurante, le di mis llaves al valet parking y camine a la entrada.

—Buenas noches señor ¿Tiene alguna reservación? —me pregunta el hostess del restaurante.

—Si, a nombre de Gael Richardson por favor —el comienza a buscar mi nombre en una lista.

—Pase por favor, su acompañante ya lo esta esperando —me dijo. 

—¿Cuanto tiempo tiene esperándome? —le pregunté, de seguro soy hombre muerto.

—Una hora —me respondió. Joder, definitivamente soy hombre muerto. Jamás había dejado a Isabella esperar tanto, de hecho nunca había esperado, es la primera vez que sucede.

—Gracias joven —el camina hacia la mesa que había reservado, y veo a Isabella que esta a punto de levantarse de la silla. ¡Joder!, corro hacia ella y la detengo.

—Isabella —la tomo del brazo y ella se da la vuelta y me ve con el ceño fruncido, esta realmente enojada.

—Bonitas horas de llegar Gael —me dijo en tono molesto— tengo mas de una hora esperándote y ni siquiera te dignas a llamarme para avisar que llegarías tarde.

—Lo siento linda, no vi la hora, se pasó el tiempo demasiado rápido y no me di cuenta —trataba de hacerla entender— por favor siéntate.

—No lo sé Gael, ya tengo demasiado tiempo aquí esperando como una estúpida —tomo su bolso de la mesa— será mejor que hablemos en mi departamento, no quiero pasar más vergüenza por favor —ella comenzó a caminar hacia la salida y yo la seguí.

—Esta bien Isabella, hablemos en el departamento —le pedimos los autos al valet parking, ella se fue en su auto y yo en el mío. No se como mierda voy a arreglar esto, se miraba muy enojada. Le prometí a Osvaldo que no la haría sufrir, y después de tanto tiempo, hoy es la primera vez que la riego. 

Llegamos al edificio y ni si quiera me espero, subió sin mi, yo llegue unos minutos después. No podía detenerla, entro al departamento y me cerró la puerta en la cara. Que coraje me dio eso, es la primera puta vez que le falló, no es para que me trate así, ¿Que mierda le pasa a Isabella? jamás se había comportado así.

—Isabella, abre la maldita puerta por favor, trata de entenderme —le dije desde afuera del departamento— dijiste que hablaríamos aquí, así que ábreme la puerta. Ella seguía sin abrir, así que busque las llaves en mi pantalón y abrí la puerta. Voy a su habitación y ahí estaba ella sentada en la cama quitándose los tacones.

—Habla rápido Gael, que estoy muy cansada y me quiero dormir —me senté a su lado y bese su hombro descubierto.

—Isabella, trata de entenderme, tenía mucho trabajo, no calcule el tiempo, por favor discúlpame amor —le dije en tono suave, me miro con el ceño fruncido y se levanto de la cama sin decirme nada. Suspire de cansancio y frustración, pase mis manos por mi rostro, recargue mis codos en las rodillas. Levante la cabeza y mire que Isabella se estaba quitando el vestido. ¡Oh mi dios! no me hagas esto por favor, sabe que me mata verla así, me esta torturando, lo sé— por favor Isabella tenemos que hablar, mañana me iré y no podremos ver nada sobre nuestra boda.

Juro Vengarme ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora