Capítulo 18

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Alissa y Gael están en el restaurante. Gael esperaba la respuesta de Alissa impaciente.

—Y bien ¿Me dirás dónde está tu papá? —ella se queda muda ante la pregunta insistente de Gael.

—Eso es algo de lo que no quiero hablar —responde, agacha su cabeza y ve sus manos mientras juega con sus dedos nerviosa.

—¿Por qué? ¿Le pasó algo? Disculpa que te lo pregunte, pero tengo esa duda desde que llegue. También de que en tu casa no haya ninguna fotografía de él, eso es muy extraño.

—No quiero hablar del tema Gael, entiende. Eso es algo muy difícil para mí, hablar sobre mi padre no es algo que me guste mucho recordar.

—¿Murió? —Alissa, se queda en silencio—. Alissa, discúlpame de verdad, si pasó algo así no fue mi intención de haberlo dicho.

—Sólo no quiero hablar de eso por favor, olvida el tema de mi papá, no hablo con nadie sobre él, sólo con mi mamá, entre otras personas a las que han estado conmigo toda mi vida. Además, es algo que no quiero hablarlo.

—Perdón Alissa, no te quise incomodar con mi pregunta.

—Está bien no es tu culpa, era obvio que me preguntarías por él, no tenía pensando en que responder.

—De verdad lo lamento de nuevo —Gael no sabía cómo disculparse con Alissa.

—Sólo no me preguntes más por él —una lágrima comienza a bajar por su mejilla.

—No, por favor otra vez no, no quiero que llores, ya te he dicho que no me gusta que llores —Gael toma una servilleta, estira su mano y limpia la lagrima que ha derramado Alissa.

—Vas a pensar que soy una llorona, que llora por cualquier cosa, pero eso es algo que me duele y no puedo evitar llorar, pero por dentro soy muy fuerte y sigo adelante a pesar de a veces flaquear.

—No pensé eso de ti, tampoco lo pienso ni lo pensare, solo que no me gusta verte así. Odio ver a una mujer llorar, no lo soporto. Pienso que las mujeres son demasiado fuertes al igual que los hombres, que no deberían llorar por un idiota. Que muchas mujeres si lloran por cualquier cosa en igual de demostrar que pueden hacer más que eso —dice Gael—. Pero me doy cuenta que tú eres muy diferente, que cada vez que te veo llorar, creo que si hay una razón suficiente para hacerlo.

—Y si las hay, no lloro por cualquier cosa. Lo hago para sacar toda la rabia y coraje que llevo por dentro. Tratar de arrancar toda la maldita tristeza que me está consumiendo, y el no poder hacer nada al respecto me llena de coraje, pero —con su mano limpia sus lágrimas con fuerza—, eso jamás me deja vencer, las lágrimas son temporales —suspira hondo antes de seguir hablando—. ¿Sabes Algo? Casi nadie me ha visto llorar, solo mi familia, Chelssey y ahora tú. No sé por qué lo hago contigo, tal vez por qué las veces que he estado contigo, son las veces que los malos recuerdos llegan a mí por cualquier cosa —dice, ya las lágrimas dejaron de caer—. Por ejemplo, mis pesadillas, la llamada y el encuentro con Ray, y ahora lo de mi padre, ese tema sí que me pone peor, más de lo que te imaginas.

—No sé si logre comprender por qué no quieres hablar sobre el tema de tu padre, pero no voy a presionarte, sé que no me tienes la confianza suficiente para hacerlo...

—No, no es eso —lo interrumpe—, es sólo que con nadie lo he podido hablar, por eso iba con psicólogos, por eso son mis pesadillas. Pero no es que no tenga confianza en ti, de verdad, creo que la tengo.

—Sabes que puedes contar conmigo para lo que tu necesites —Gael toma su mano, Alissa abre sus ojos asombrada y lo ve a los ojos con una sonrisa.

Juro Vengarme ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora