Capitulo 29

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Alissa.

No puedo creer lo que me acaba de decir Gael. Por fin ocupare la oficina que me había mostrado Joshua una vez. La podre decorar a mi gusto. No puedo esperar el momento en que ya me instalé por completo.

Igual estoy muy emocionada por que aprenderé cosas nuevas. Si puedo en algún futuro, le pediré permiso a Gael para estudiar esta profesión. Me llama la atención poder ser parte de uno de ellos. Incluso tener mi propio despacho como el señor Aigner. Por supuesto eso lo haría en Houston con mi familia. Así podría darles todo lo que ellos necesiten sin necesidad de estar lejos de ellos.

También esto me serviría para una de las cosas más importantes que quiero hacer, pero eso después lo averiguare.

Max no tarda de venir por mí. No sé si hice bien en decirle que sí. No sé si fue demasiado rápido en darle una respuesta. Debo admitir que si me gusta. Me gusta mucho. Max es un hombre muy atractivo. Me gusta el color de sus ojos. Es alto, piel un poco bronceada, cabello ondulado un poco largo. Siempre muy elegante. Es muy lindo y tierno conmigo.

Cuando le dije que si, su sonrisa fue enorme. Una sonrisa deslumbrante llena de felicidad. Me encanto ver esa sonrisa. Dijo que hoy íbamos a ir a celebrar que ya somos novios. Me va a llevar a cenar no se a que lugar. Menciono que era una sorpresa. Suspiro hondo.

Me siento un poco feliz por esto, por darme la oportunidad de estar con un hombre como lo es Max. Un hombre bueno que se nota que de verdad esta dispuesto a hacer todo por mi. Pero en realidad, tengo miedo. Siento un miedo de que pueda volver a hacer lastimada. Ray ha desaparecido de mi poco a poco. Últimamente ya no ha hablado, y creo que eso es bueno.

No estoy dispuesta a sentir lo que sentí esa vez cuando miré a Ray con otra en aquellas caballerizas. Pienso que no lo merecía, pero ¿Quién soy yo para decir que merezco o no? La vida ha sido dura conmigo. Me ha quitado a personas a las cuales he amado toda mi vida. Y eso, eso...es una injusticia.

Hay personas que viven la vida muy cómoda. Sin problemas económicos, sin enfermedad, sin asuntos legales que arreglar... viviendo con el amor de su vida. A veces pienso ¿Por qué Dios no me puso nada de eso?.

Tengo todos esos problemas, cada uno de esos problemas. Pero, en fin, no se puede tener todo en esta vida.

Las personas que me quitaron todo, incluso a mi padre, hasta llevar a mi abuelo a la muerte. Esas personas, son unos malditos seres humanos que no tienen piedad ni compasión. En ellos tengo que desatar toda mi maldita ira para hacerlos pagar. No descansare hasta verlos destrozados, humillados, infeliz, tirados en la calle como unos perros. Que pidan piedad por sus asquerosas vidas.

Sé muy bien que la venganza no es buena, pero a mi me vale una mierda si lo es o no. Sólo es para la gente que de verdad lo merece.

Bueno, total. Ese es otro asunto del cuál me quiero ocupar lo mas pronto posible.

Termino de hacer todo mi trabajo. Axel sigue en la oficina trabajando. Cuando entre a dejar mis cosas, Gael ya no estaba. Tampoco quise preguntar por él.
Mañana comenzaré con la limpieza de la nueva oficina, mi oficina. Cuando entré la última vez, encontré mucho desorden. Papeles por todos lados, grandes cajas con documentos. Espero terminar pronto para ocuparla.

Salgo del bufete con mi gran ramo de rosas rojas en las manos. Max me ve con ellos y se apresura ayudarme. Su rostro trasmite una emoción y una felicidad tan grande, que no sabe disimular lo feliz que lo hace.

Todavía sigo pensando, cual fue el motivo que llevo a Gael a leer la tarjeta. Eso es algo de mi propiedad, no la de él. No debió hacerlo. No pude reclamarle bien por el hecho de que me asigno la nueva oficina, eso me hizo el día que hasta se me olvido seguir con la discusión.

Juro Vengarme ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora