Alissa.
No, no, no y no. Esto no puede ser posible. Trago saliva. Mi corazón palpita de manera acelerada. Mi respiración se ha vuelto irregular. ¡Maldito hijo de puta! Esto no puede ser verdad. Todo este tiempo, todo este maldito tiempo. ¡Esto es increíble!
Me dejo caer de rodillas al suelo. Creo que estoy a punto de desmayarme. Joder ¡No! No por favor no, esto debe ser un sueño. Vuelvo a leer el encabezado del periódico The New York Times... No es cierto, no es cierto. ¿Pero por que me niego a creerlo? Si mis ojos lo están viendo.
Busco inmediatamente entre los demás periódicos y encuentro uno de Houston Chronicle... Mierda, mierda, mierda y mas ¡Mierda! De nuevo sale aquí, maldición. ¡Son unos idiotas! ¿Por qué nunca me di cuenta de esto?
Me levanto del suelo. Mis manos y mis piernas tiemblan, apenas puedo sostenerme. No estoy segura de lo que haré, pero me voy a arriesgar a todo. Tomo ambos periódicos y me dirijo a la oficina de Gael. Ese idiota me va a escuchar.
Abro la puerta de la oficina de manera brusca. Y lo primero que veo es que ese maldito bastardo, no está.
—Alissa ¿Qué pasa? —Escucho que pregunta Emily detrás de mi
—¿Donde esta Gael? ¡¿Donde?! —Aún no lo puedo creer. Observo su silla. Imagino que está ahí sentado, y me dan ganas de ahorcarlo, de matarlo. Mi coraje va aumentando.
—Tranquila. Recuerda que salió a las audiencias —¡Puta madre! Se me había olvidado. Ahora se te ocurre irte, bastardo de mierda— Alissa ¿Te encuentras bien? Estas pálida —escucho mencionar a Emily. No tengo ánimos de nada, no tengo ganas de responderle. No me siento bien, no sé que decir. Todo esto es... es... No lo sé. Estoy tan confundida por todo esto.
Me recargo en la puerta. Todo me da vueltas. Respiro hondo tratando de tranquilizarme un poco. Tengo que pensar bien antes de actuar. ¿Cómo es posible que tanto he buscado y...? Dios mío. Me cubro la cara con una mano. Piensa Alissa, piensa. ¡Diablos! No puedo pensar, pero tengo que hacerlo. ¿Quién me puede dar respuesta de esto? ¿Quién? Suspiro con frustración. Mi mandíbula tiembla.
—Alissa ¿Paso algo? —vuelve a preguntar Emily. La ignoro por completo.
Cierro la oficina de Gael, y me dirijo a la que sería la mía. Si, he dicho seria, por que con esto no creo volver jamás. Tomo mi bolso y mi saco. Creo que ya se quien me podría dar una respuesta. Miro de nuevo el periódico, y sigo sin poder creerlo. Las lagrimas amenazan en salir, pero las sostengo. Vuelvo a tragar saliva conteniendo las ganas inmensas de llorar. Son muchas emociones las que estoy sintiendo. Es todo tan confuso. ¿Por qué hiciste eso, Gael? ¿Por qué lo hiciste? Una lagrima comienza a bajar por mi mejilla. La quito de inmediato, y aprieto mi mandíbula con fuerza para no seguir temblando. Quiero ser fuerte, necesito ser fuerte.
Salgo de la oficina con rapidez para ir al ascensor y salir de este maldito lugar.
—Alissa ¿A dónde vas? ¿Te sientes mal? —me detengo, y doy la vuelta. Respiro hondo antes de responderle. El coraje en mí, aumenta cada segundo que siento que explotare. Agarro valor para responderle a Emily, lo más sutilmente que pueda.
—Si, Emily. Me siento mal, me siento... me siento muy mal. Me iré –Giro de nuevo para irme.
—Alissa, pero ¿Qué hare yo aquí sola? Gael dijo que tú estabas a cargo y yo...
—Me vale una mierda, lo que Gael haya dicho. Por mí que se pudra junto con toda su familia y este maldito bufete —no espero a que me responda, y subo al ascensor. No debí responderle así a Emily, pero el coraje en mí, no lo pudo evitar. Tenía que desahogarme con algo.
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Juro Vengarme ©
RomanceNo todo lo que planeas puede salir bien. Alissa queda dañada por un suceso de su pasado. Perturbando su sueño, recordando en una pesadilla lo que paso hace 6 años. Después de superar su trágico problema durante 3 años, las pesadillas vuelven luego d...