22. Tu duda y la mía.

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Al regresar a clases, no hubo persona que no se acercara a ella para preguntarle ya sea por su bienestar, por su repentino viaje o por su ausencia en la escuela. Pero, sobretodo por aquella extraña coincidencia de la que todos estaban ya al tanto, dejando a la muchacha sin argumento alguno. Pues no sabía qué decir cuando ella misma había olvidado que Bridgette Cheng había sido la antigua heroína que defendió París antes que ella.

—Ya dinos, Mari —insistía Alya mientras estaban sentadas en las bancas esperando a que la primera hora de clases iniciara. —Tú, mejor que nadie, ¡deberías estar al tanto de la identidad de Ladybug! 

—Ya te dije, Alya, que no lo sabía —se excusó, intentando ser lo más convincente posible. —Ni siquiera mi madre, todo es un caos desde que eso ocurrió.

Pero, de entre todos los que ansiaban conocer la verdad, había un muchacho que, en su confusión, prefería no atosigar a su amiga con preguntas, ya que, al igual que ella, el recuerdo del día de la batalla en el interior del complejo deportivo seguía atormentándolo. Pues, desde que se supo de los antiguos héroes de París, no dejaba de revolotearle por la cabeza el hecho de que aquel misterioso hombre que conocía su identidad no era otro sino el antiguo portador de Plagg. No lo había vuelto a ver y no estaba seguro de cuándo se reencontraría con él. No obstante, tenía algo muy claro: él sabía más de lo que aparentaba.

—Por favor, todos a sus lugares —ingresó la maestra Bustier, poniendo orden al gentío que rodeaba el escritorio de Marinette y Alya.

Marinette suspiró aliviada. Aquella mañana no estaba siendo muy tranquila para ella, pues nuevamente había tenido un sueño que al despertar le había dejado con esa sensación de incertidumbre, que le ponía en duda entre lo que era real y lo que era ficción. No obstante, supo que se trataba de una memoria perdida más en cuanto habló con su madre durante el desayuno. Algunos detalles coincidieron con lo poco que recordaba, mas Sabine tuvo que aclararle varios otros que habían provocado confusión durante el sueño.

La cabeza le dolía, como se había vuelto habitual desde el enfrentamiento con Lilith. Prefería esconderlo y no dejar que nadie se percatara de que ella era la principal responsable de todo lo que estaba ocurriendo en París, y quizá en toda Francia.

Desde el caos del primer día en que los recuerdos empezaron a retornar, la frase dicha por su nuevo némesis cobró sentido. Algo había ocurrido tiempo atrás, exactamente el día en que los anteriores héroes devolvieron sus prodigios, algo que ella era incapaz de entender pero que estaba relacionado con la memoria colectiva que retornaba a la par que ella tenía aquellos estruendosos sueños tan realistas.

No prestaba atención a ninguna clase, perdida en su mar de incógnitas, afligida por el dolor de cabeza e invadida por una mezcla de sentimientos encontrados por cada una de las verdades que le habían sido reveladas desde la batalla. Ignoró la mayor parte del tiempo a sus compañeros, poniendo como excusa que no se sentía bien por el recuerdo de su tía del que todos le habían estado cuestionando desde el inicio del día. Para cuando la campana que anunciaba el fin de la jornada escolar sonó, Marinette estaba demasiado frustrada como para siquiera levantarse de su asiento y regresar a su casa. Se había retirado los lentes, abandonándolos a la mitad de su escritorio, para recostar su cabeza sobre sus brazos, intentando apaciguar todo lo que estaba sintiendo en ese instante, sabiendo que aquello no sería suficiente. 

Se despidió de Alya mediante señas, asintiendo a todo lo que escuchaba vagamente, sin importarle si estaba comprometiéndose a hacer cosas de las que luego se arrepentiría, ya vería cómo zafarse después. Varios de sus compañeros le brindaban palabras de aliento, otros se disculpaban y estaba Chloé, que hacía burla de la enorme cantidad de atención que recibía la azabache ese día, aunque muy en el fondo deseara no saber, no saber todo lo que había vuelto a su mente el momento en que despertó, pues tampoco se sentía del todo bien, una frustración interna había empezado a crecer en ella y le costaba hallarle sentido, pero no preguntaría, no hasta que estuviera segura de lo que había visto entre sueños.

Corazón de Hielo [MLB] || [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora