21. Michelle Chen

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«Marinette»

Primera campanada.

La ciudad está en llamas, los heridos no dejan de llegar al hospital, uno tras otro. Las clases fueron suspendidas en la mañana, pero no esperé a mamá y papá. La escuela fue la primera en ser atacada. Esas cosas viscosas nos persiguieron por todo el patio, hasta que no encontraron rastro alguno de nosotros. Conseguí salir y correr, tenía que llegar con el abuelo. No entiendo cuándo fue que París se transformó en esto, papá solía decir que era la ciudad luz, un sitio de ensueño. No entiendo por qué nos fuimos de Grasse, pero sé que todo estará bien una vez que el abuelo se mejore... 

Segunda campanada.

Aún no me han visto, pero sé que deben estar buscándome, no puedo controlarlo todavía. El hospital está lejos. Y no he visto ni a Brid ni a Félix. No debo ser un retraso hasta que consigan resolverlo.

Tercera campanada.

No me falta mucho para llegar. Pero... uno de ellos me ha visto. He escapado por poco. Me estoy quedando sin fuerzas, debería haber llevado algo de comer conmigo. Debo llegar con el abuelo, él sabrá qué hacer. 

Cuarta campanada.

Me pareció verme a mí misma siguiéndome mientras descendía las escaleras de emergencia del hospital. Me asusté mucho. Escuché algunas cosas que sé que no debía saber. El hermano de papá es quien atiende al abuelo, hablaba con una mujer vestida de blanco, creo que es una enfermera. En cierto momento señaló el broche que contiene el escudo de la familia Dupain. Debería preguntarle a Brid sobre eso, sé que a papá no le gusta hablar sobre el tema. 

Quinta campanada.

La electricidad se fue en todo París. El abuelo me advirtió de quedarme en ese sitio hasta que volviera. No sé cuándo ocurrió, ni cómo, la cosa que atacó la escuela nos separó al abuelo y a mí. Aún me duele la cabeza por el golpe que recibí al caer en el suelo. Y aquí estoy, intentando liberarme del agarre del espectro que escapa sigilosamente de la vista de los héroes de Francia que se encuentran ocupados evitando que más gente resulte herida. Vi pasar el Louvre y el puente de los candados y escuché el sonido del agua agitándose, a lo lejos atisbo el Trocadero. Tengo una sola oportunidad.

Sexta campanada.

¡Vi mi reflejo en el río Sena! Lo vi por primera vez desde que esto ocurre. Mis ojos cambian, supongo que esto es a lo que se refiere el abuelo. No pude entender por qué, pero sé que el espectro también se percató de ello, lo puedo ver en su torcida sonrisa carente de dientes, hueca. No se ha movido de su lugar, al menos no desde que el hielo lo ha cubierto hasta la cabeza. Aún está consciente. A lo lejos escuché la voz de mamá, habló en el idioma natal del abuelo, no lo comprendo todavía, estoy apenas aprendiendo. Seguramente está ayudando a Brid. El espectro no deja de sonreírme maliciosamente. No logro comprenderlo hasta que noto la pequeña grieta que se expande desde su mano... Oh, oh...

Séptima campanada.

Siete. La campana Emmanuel de Notre Dame dio siete campanadas exactas antes de que cientos de mariquitas devolvieran París a su estado original. No puedo moverme, mi cuerpo no ha dejado de temblar desde que aquel espectro me atacó. Las campanadas me devolvieron a la realidad, y el espectro desapareció en cuanto la última sonó. Permanezco de rodillas mientras recobro el aliento, fue demasiado para mí. Y estoy hambrienta...

—¡Dios! ¿Qué te ha ocurrido? —me pregunta a manera de reproche. —Te dije que no te movieras de este lugar, ¿por qué no nos escuchaste?

En definitiva son reproches. No la contradigo, esta vez tiene razón. Y no quiero enfrentarme al carácter explosivo de Brid que solo nace cuando se transforma en Ladybug. 

Corazón de Hielo [MLB] || [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora