04:Resignación.

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Estaba flrmando unos papeles cuando la puerta se abrió.

No levanto la vista pues ya sabía quien era. Rose su secretaria, la cual trabaja con él hacía años. La mujer era una bomba sexual. Su pelo rojo la daba un  toque exótico, pero a pesar  de sus miradas e intento por seducir lo él siempre le había ignorado. Pues a pesar de ser un mujeriego consumado respetaba su regla de oro, nunca involucrarse en una relación  sentimental con una empleada.

-Señor, aquí esta el informe que a solicitado-dijo la pelirroja poniendo una de sus mejores sonrisas.

Harry no levanto la vista.

-Dejelo en un lado en mi escritorio.

Escucho él suspiro de frustración cuando el ni siquiera la miro.

Escucho la puerta cerrarse suavemente y después continuo trabajando para tratar de olvidar cierta rubia que pronto sería su esposa.

Stella aprovecho las horas  libre que tenía para ir a visitar al pequeño. Había terminado su turno en la repostería y dentro de dos horas tenía que entrar al trabajar.

Entró a la habitación y en cuanto el pequeño la vio una sonrisa se poso en sus labios.

-Viniste-dijo animado.

Ella lo tomo en brazos.

-Sabes que nunca dejaría de venir. Estaré aquí todos los días. Lo prometo.

El pequeño asintió  serio y luego le regalo una de sus  encantadoras sonrisas .

-Te amo, mami.

- Y yo te amo aun más cariño. Sabes que hoy iremos a fuera.

En niño la miro con ojos grandes llenos de anhelos, pues por su condición hacia mucho tiempo que nos salía hospital.

El médico le había informado a Stella que el niño estaba respondiendo positivamente y que si continuaba así en algunos meses podría regresar a casa, pero que debía ir al hospital  cada vez que le correspondiera cita.

En el hospital había un pequeño jardín y con el permiso del médico llevó al pequeño allí.

Durante el trayecto al jardín el pequeño no había parado de hacer preguntas.

-¿Cuando podré regresar a casa? - pregunto el pequeño Derek el cual tenía uno henormes ojos azules, era idéntico a su hermana.

-Pronto si sigues así luchando como todo un campeón regresarás a casa.

- ¿y podré ir a la escuela?-pregunto emocionado el pequeño.

-Si, podrás ir a la escuela.

-Pero los demás  niños  se burlaran de mi, no tengo cabello.

Estaba vez su voz fue suave y su mirada triste.

Stella sintió una punzada de dolor en su corazón, no le gustaba verlo así.

Lo tomó en brazos y lo abrazo.

-No lo harán, tu pelo volverá a crecer. Además si alguien llegase a burlarse de ti yo personalmente le pegaría.

Derek levanto la vista y sonrió satisfecho con las palabras de la mujer que solía llamar mamí. El pequeño sabía que era su hermana pero aún así nunca había dejado de llamarla mamí.

Stella estaba tan concentrada jugando con el pequeño que no se percató del hombre que se ha cercaba. Y cuando lo vio ya era tarde para alejarse.

Su cuerpo se puso en tensión cuando escucho aquella voz.

-Buenas tardes, señorita Stella.

-Buenas tardes señor.

Un matrimonio de hielo. H. S(1-Serie Magnates Apasionados) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora