Un matrimonio de hielo. H. S(1-Serie Magnates Apasionados)

14: Pequeño error.

Todos miraban la pareja con curiosidad. Él era elegante, con un porte digno de un príncipe. Ella era  una chica hermosa, pero no despampanante, junto a él se veía fuera de lugar. Todos se hacían la misma pregunta ¿Que había visto él en aquella mujer? Pues no encajaba con el estereotipo de mujer con la que él solía salir.

Estaba aferrada al brazo de su esposo. Todo el mundo le miraba con curiosidad. Stella no solía darle importancia lo que dijeran de ella pero algunas cosas habían empezado a cambiar. Además lo último que quería era avergonzar su esposo. A veces tenían sus diferencias pero era algo normal. En conclusión de podría decir que su matrimonio era perfecto o almeno casi perfecto , él no la amaba y ella lo sabía no se hacía ilusiones respecto a eso. Era algo que aún le sorprendía había pasado de odiarlo a armarlo. Ella lo sabía era un error, una idiotez pero no podía cambiar lo que sentía y más con él comportándose como el esposo ideal.

Las mujeres allí , vestían despampanante con sus vestidos de gala y con joyas ostentosas.

No era su ambiente. El vestido que había elegido para la ocasión no era adecuado, era hermoso pero no era un traje de noche . Se escondió un poco detrás de su esposo.

Harry frunció el ceño, todos los miraban como si de pronto le hubiera nacido otra cabeza. Sabía porque , usualmente no le hubiera importado pero sabía que aquello era por Stella y pobre del que se atreviera a ofenderla porque tendría que verse las con él. Y aquello no se lo aconsejaba a nadie. Ella era una cazafortunas, aunque sus acciones mostraban lo contrario con ella nunca sabía que pensar.  Estaba confundido y no sabía que pensar respecto a ella. No pensaba que se tratara de un matrimonio duradero , pero por el momento la quería en su cama y en su vida.

Su matrimonio marchaba a las mil maravillas y  aquello aún seguía sorprendiéndole, se había acostumbrado a ella y aunque su plan era deshacerse de ella aún la quería un rato más en su cama, se había vuelto adicto a ella. Aún no tenía suficiente de ella, había decidido  conservarla a su lado hasta que se aburrirá de ella. Entonces cuando eso pasará él se libraría de ella para siempre.

La miró y medio sonrió, ella trataba de ocultarse detrás de él.
-De nada sirve que te esconda, ya todos nos han visto.

-No me gusta tener tantas personas mirándome tan fijamente.  Están hablando de mí.

- Están hablando de lo hermosa que eres. Estás radiante.

- No es necesario que me alagues. Se perfectamente que no soy una belleza-dijo con firmeza.
-No lo hago, solo digo la verdad.  No estoy de acuerdo con lo que dices. Eres preciosa tal cual eres.
Ella lo miró sorprendida , pues él no solía decir aquellas cosas. Ella sabía que no era una belleza pero al escuchar sus palabras se sintió la mujer más hermosa del mundo. Harry era un hombre muy guapo.
Eso hasta que vio la rubia que se acercaba a ellos, lleva un vestido negro pegado a su cuerpo como una segunda piel, sus melena estaba sujeta en un elegante moño, caminaba con pasos firmes y elegantes. Era la clase de mujer que llamaba la atención donde quiera que fuera. Y lo peor era la mujer que había visto en el periódico junto a  Harry. Habían pasado algunos meses desde entonces pero estaba segura de que era la misma mujer. Porque lo que había leído habían salido algunas veces.

La rubia la ignoro por completo y se centró en Harry, pero cuando está lo abrazo con demasiada simpatía él la alejó de él.

-Te presento a Stella  de Styles, mi esposa- su voz sonó fría y dura. Ella pensó que era porque le avergonzada que lo demás supieran que era su esposa. Pero la realidad era otra. Él estaba molesto pero no con ella.

-Es un placer querida.

Su sonrisa fue fingida al igual que sus palabras.

Después de aquello todo avanzó con normalidad. En ningún momento él la dejo sola , bailaron hasta que ella pidió piedad.