27: Salida del hospital.

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Harry estaba cada vez mejor, de vez en cuando sentía un poco de dolor, pero nada más.

A medida que los días iban pasando, todo iba mejorando. Su recuperación completa fue rápida.

Dos meses más tarde todos celebraban la salida del niño ,del hospital. El pequeño estaba tan feliz. Por fin. Iría a casa.

Stella por su parte había llorado sin control, cuando el doctor le había dado  buena noticia. La pesadilla había terminado. No obstante el pequeño tendría que ir una vez al mes a realizarse chequeos médico, para evitar  recaídas.

Le estaba tan agradecida a Harry, él había hecho aquello posible, había ido al otro lado del mundo a buscar el doctor que le había salvado la vida al niño. Además había sido el donante. Ella siempre le estaría agradecida por todo lo que había hecho. Aquello le había hecho ver que a pesar de todo, era un buen hombre , con un gran corazón.

Los papeles de la adopción estaban listos, Derek era  oficialmente el hijo de Harry Styles.

Observaba todo a través de la venta del auto, era increíble todas las cosas que habían afuera. Nunca había estado fuera, de vez en cuando salía al jardín del hospital pero nada más, estaba viendo un mundo diferente y le gustaba.

Estaba feliz, tenia a su madre y también un papá. Aquel hombre iba a ser su padre. Estaba tan feliz, miró a su madre y se acorruco más contra ella. Suspiró, sintiéndose protegido.

Derek miró a Harry y este le regalo una encantadora sonrisa , la cual el pequeño correspondió. Aquel era su nuevo padre. Por fin Dios le había escuchado , siempre había querido tener un papá y además no tenía que vivir en el hospital, solo tenía que ir una vez al mes durante un tiempo le había explicado su madre.

Cuando llegaron al ático de Harry, Derek aún dormía.

-Vamos , campeón- susurro Harry tomándolo en brazos. Espero que Stella saliera del auto y juntos caminaron hacia el ascensor.

- No a parado de hablar hasta que se quedó dormido- dijo ella, sintiéndose sumamente feliz.

-Sí, eso es bueno. Esta muy entusiasmado y feliz.

-Sí. A sido horrible para él, vivir durante tanto tiempo en la habitación de un hospital. No a podido disfrutar de la vida. Y sabe no es justo. Es tan pequeño, no debería haber pasado por todo eso.

- Comprendo , lo que dices.  Pero míralo, aquí está. Ahora podrá tener la vida normal que todo niño merece. Es un campeón lucho y venció. Es fuerte, aunque parezca frágil. Además nos tiene a nosotros.

- Tienes razón. Es mejor enfocarse en los aspectos positivos.

- Eso es , cariño.

Harry llevo al niño a la habitación, que se había decorado especialmente para él.

Lo acostó en la cama y Stella lo arropó.

-Vamos, tú necesitas descansar- dijo Harry tomándola de la mano a la vez que la guiaba hacia la puerta.

En cierto momento dado, Harry se quedó observando a su esposa detalladamente. Y sonrió asombrado cuando se percató de que su vientre había crédito notoriamente , pero con los acontecimientos sucedidos él no se había fijado.

-¿Ya se mueve?- pregunto con curiosidad.

-No, aun es  pequeño. Pero dentro de algunos meses lo hará.

Él la tenía abrazada por atrás y sus manos acariciaban el abultado vientre.

Así permanecieron un rato. Hasta que él la llevó a la cama.

Cuando ella se durmió salió de la habitación. Tanto ella como el pequeño dormían.

Él aprovecho el momento para continuar con su búsqueda. Quería comprar las casa más hermosa para su esposa, una casa apta para una familia. Su ático estába bien, pero no para una familia, aquel lugar era para un hombre soltero y él ya no lo era.

Se quedó en el sofá viendo las noticias, solo despego la vista cuando escucho unos pequeños pasos.

Derek miraba a su alrededor asustado, hasta que lo vio.

Harry sintió una sensación tan agradable. Sonrió al pequeño y está corrió hacia él y se subió al sofá.

-¿ Tienes hambre?- le pregunto.

-Sí, respondió el niño, de inmediato.

-Bien  la cena estará muy pronto. Mientras, ¿que te parece si vemos una película junto?.Tengo muchas. -dijo, pues había comprado un gran variedad de películas infantiles.

-Sí, me gustaría.

-Entonces elige una de estas-dijo que a la  ves que dejaba la pila de películas en el mueble. El niño eligió Un jefe en pañales. Harry asintió y se dedicó a observar la película junto al pequeño.

Así lo encontró Stella, a los dos juntos en el sofá viendo una película infantil.

Se unió a ellos, encuanto Derek la vio se subió a su regazo, pero con cuidado ya le habían explicado  que allí  en el abultado vientre de su madre, estaba creciendo su hermanito. Aunque realmente era su sobrino. Pero el niño aún era pequeño para entender por completo   aquel tema.

Al día siguiente Derek estaba en la sala jugando con uno de los muchos juguetes que Harry le había comprado. Consentía al niño tanto como podía.

Harry y Stella estaban en la terraza, simplemente conversando.

Cuando escucharon un ruido y luego el grito de Derek salieron corriendo. Harry fue el primero en llegar y al ver la situación , medio sonrió.

Stella la cual, se había asustado suspiro aliviada.

El niño estaba en medio de la sala , había tumbado un jarrón de cristal con la pelota y ahora lloraba como si hubiera  cometido un crimen.

-Vamos no es para tanto- le ánimo Harry, mientras lo tomaban en brazos para evitar que se coltara con los trozos  de vidrio,  estaba descalzo.

-No quiero ir al hospital-sollozo el pequeño.

-No irás, ahora está es tu casa-le aseguro Harry.

-Pero me porte mal.

-No, solo fue un accidente.

-¿Entonces no me regresarán al hospital?

Hasta aquel momento ni Harry y Stella se habían percatado de como vivir tanto tiempo en el hospital había marcado al niño.

-No- dijeron ambos a la misma vez.

-No te preocupes por eso, ahora estás aquí con nosotros, no regresaras al hospital a vivir- le prometió Stella.

-Gracias, mami. Gracias papi.

Los adultos se conmovieron, hasta el punto de que sus ojos brillaron por la presencia de lágrimas en ellos. Aquel niño necesitaba mucho amor y sentirse seguro.

Harry se consideraba afortunado pues su infancia había sido maravillosa. Contaba con unos padres únicos los cuales amaba inmensamente.

Él le daría lo mejor a su hijo, lo merecía los primeros años de vida habían sido traumáticos para el niño, pero el borraría eso con buenos recuerdos. Él y Stella.

Le entrego el pequeño a Stella y está se retiró con el a la terraza, para tranquilizarlo.

Tenían que tener cuidado, con lo que decían y hacían. El niño era muy vulnerable.

Lo más urgente era conseguir un nuevo hogar, un lugar donde él niño tuviera espacio para jugar.  Una casa con un gran jardín.

Pero sobre todo lo la más importante es indispensable era estar juntos.

Bueno, aquí está el capítulo. Es bien corto, pero es que estoy como bloqueada, últimamente no tengo inspiración. Apenas termine se escribir el capítulo, asique me disculpo por la tardanza, pero a veces no sé cómo continuar.

Un matrimonio de hielo. H. S(1-Serie Magnates Apasionados) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora