12: Cama vacía.

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Cuando despertó la cama estaba vacía, no había rastro de Harry por ninguna parte. Lo cual era bueno.

El lado que él había ocupado en la cama durante la noche estaba vacío. Habían hecho el amor durante la madrugada varias veces, no sabía con exactitud cuentas veces, pero si la suficiente para quedarse completamente  agotados y  saseados.

Se acostó bocarriba en la cama y se quedó mirando el techo. Como sí allí estuvieran las repuestas a todas sus dudas.

Ya había pasado el momento de pasión y ahora que pensaba con lucidez ,se reprochaba así mismo, por lo ocurrido ,una cosa era tratar de llevarse bien con Harry y otra muy distinta era meterse en su cama, un que literalmente él había sido quien la había metido en su propia cama, pero ella no había hecho nada para evitarlo he más, había estado completamente dispuesta. En el mismo momento en que el la había besado con aquella intensidad había sabido que estaba pérdida. Por eso había tratado de mantenerlo lejos de ella.

Él la había besado y en ese mismo momento ella había perdió todo rastro de cordura.

Con un suspiro de resignación se sentó en la cama, sintió una punzada de dolor y hizo una muesca, aquello era una prueba de la gran noche llena de sexo sin control que había pasado con él.

-¿Te encuentras bien?

Aquélla voz ronca la sobresalto. Harry estaba delante de ella y la miraba de una forma difícil de descifrar.

-No es nada- dijo apartando la vista. Aún estaba desnuda bajo la sábana y el estaba completamente vestido. De repente se sintió avergonzada.

-¿Te lastime anoche? No fue mi intención, pero quiero que sepa que no me arrepiento de todo lo que hicimos-Dijo muy serio.
Una noche no había sido suficiente, necesitaba más de ella y mientras la miraba allí en la cama, aún desnuda bajo las sábanas, con su pelo rubio, cayendo en cascada ,y su labios rojos, deseo poseerla otra vez en aquel preciso instante. Estaba tan excitado que dolía, pero no podía unirse con ella en la cama, era notable que le había causado daño sin querer, todo indicaba que no era una mujer experimentada, varios aspectos le hicieron pensar aquello.

Él la miraba sin pestañear, cuando se percató del bulto en sus pantalones, tubo que ocultar su sorpresa.

-Enserio, estoy bien-replico un poco incómoda por su insistencia, no quería hablar de aquello y más viendo la situación en la que él se encontraba.

-¿Con cuánto hombres te  ha acostado?-pregunto directamente.

Ella lo miró atónita.

-No es de tu incumbencia.

-Eres mi esposa, todo relacionado contigo es de mi incumbencia.

-Eso no tiene que ver contigo, es algo de mi pasado.

-Quiero saberlo, necesito saberlo y no quiero que pienses mal, lo digo por tu bien. Aunque deduzco que no hubieron mucho, soy un hombre experimentado se leer las señales cuando la veo.

-Bien por ti, es todo una destreza. Dime ¿ cuántas mujeres han pasado por tu cama?.

-Por mi cama ninguna, eres la primera  mujer que traigo aquí. No soy un santo , pero tampoco ando de flor en flor, no creas todo lo que sale en la prensa, te sorprendería mucho saber que la mayoría de esas cosas son falsas. Pero esto no se trata de mí. Asique  Deja el sarcasmo ,cariño. Estoy hablando enserio. Si me hubieras dicho que  era una mujer con poco experiencia te hubiera tratado con más delicadeza, anoche perdí el control y te hice daño. Lo siento.

-Ambos lo perdimos, estoy bien, no hay nada que decir.

-¿Cuanto?

Ella lo miró con impaciencia.

-Deberías ser abogado, estoy segura que nunca perderías un caso.

-Gracias

-No es un halago.

-Aun espero.

-Solo uno, una noche cuando termine el  instituto  hace mucho tiempo y tú-dijo para librarse de él, sabía que no la dejaría en paz hasta que le dijera lo que quería escuchar. Estaba deseando que él se fuera, para tomar una ducha y cambiarse .

Él no dijo nada, solo la miró y luego salió dejándola Sola.

Así que aquella mujer había llegado casi virgen a su cama, por eso se había mostrado un poco nerviosa la primera vez ,por eso su inexperiencia. A veces realmente no sabía que pensar de aquella mujer.

Después de tomar una ducha ,se sintió mucho mejor.

Seleccionó un par de Jean negro y una blusa azul, para completar su atuendo. Harry se había encargado de todo. Se puso unos zapatos bajo , y después se amarra su pelo mojado en una coleta salió de la habitación.

-Te vez exquisita.

Nuevamente se vio sorprendida por verlo allí, y también por su cumplido.

-¿No trabajas hoy?

-No, estoy recién casado y pienso disfrutar de mi luna de miel por completo-dijo mirándola fijamente.

Ante aquella afirmación ella no supo que decir.

Él prosiguió hablando:

-Estaba pensando que podemos pasar nuestra luna de miel en mi isla privada.

Aquello le asusto,  lo primero que pensó fue que no podía salir del país y dejar el pequeño solo. Nunca lo dejaría solo. Lo segundo que atravesó su mente fue que aquel hombre tenía que ser asquerosamente rico como para tener una isla propia. Si bien sabía que los Styles eran una de las familias más ricas del país,pero nunca se había detenido a pensar en cuan rico eran.

-Yo prefiriero quedarme aquí, quizás en otra ocasión. Es mejor ir poco a poco, por lo cual, lo que pasó a noche no puede volver a suceder.

-Estoy dispuesto a ceder en cuanto a no viajar a la isla ,pero seamos realistas tú me deseas , igual que yo a tí. Además eres mi esposa y creo que anoche ambos pudimos darnos cuenta de lo bien que nos llevamos en la cama. Si me acercara a ti ahora lo más probable es que terminemos en la cama junto echamos Chispa, asique cariño no digas estupideces. Ahora vamos  desayunar.

El tema estaba cerrado.

Odiaba admitirlo pero él tenía razón.

Cundo Harry estaba de humor y en buen plan era un hombre diferentes.

-Debes comer un poco más-dijo el cundo la vio dejar el tenedor en la mesa.

-Ya estoy satisfecha.

-No me extraña que esté tan delgada ,come como un pajarito. Come un poco más cariño. No te hará ningún daño.

Antes de que ella protestará él le sirvió un poco más de huevo revueltos.

Estaba preocupado por su extrema delgadez. Se dijo así mismo que tendría que hablar con Joanna para que la  vigilara cuando él no estuviera.

Paso una tarde agradable junto a su esposo, visitando galerías de artes y monumentos históricos. Le había llevado aún lujoso restaurante a almorzar. 

Había aprovechado el momento en que había ido al tocador para llamar al pequeño.
Al llegar la noche habían vuelto a estar uno en los brazos del otro. Como si fuesen la pareja perfecta.

Que tal el capítulo???😮

Un matrimonio de hielo. H. S(1-Serie Magnates Apasionados) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora