En los últimos meses habían empleado una rutina.
En la semanas que él había estado libre había sido todo un sueño.Ahora que él había vuelto a la rutina del trabajo, ella había hecho lo mismo, siempre esperaba diez minutos para salir a su trabajo después de que él se hubiera ido.
Sus noches estaban llenas de pasión, ninguno parecía tener suficiente uno del otro.
Aquello había resultado inesperado, era maravilloso. Lo que en un principio estaba destinado a ser un matrimonio de hielo se había convertido en un matrimonio lleno de alegría y pasión.
Había empezado a ganar peso, pues todo estaba marcando bien, aún se preocupaba por el pequeño aunque todo marchaba bien, pero hasta que él no estuviera completamente sano ella no estaría en paz.
Poco a poco había ido bajando la guardia respeto a Harry. Y inconscientemente él había hecho lo mismo respecto a ella.
Stella estaba aún en la panadería cuando Harry llegó a casa.
Este al notar que no estaba en casa frunció el ceño.Pero pensó que tal vez estaba de camino, seguro que había ido de compras, pues recientemente le había entregado su tarjeta de crédito personal y había abierto una cuenta bancaria para ella, mensualmente depositaba cierta cantidad de dinero para ella.
Aquel día Stella había puesto en marcha un nueva receta, para realizar un delicioso pan de ajo. Pues en la panadería aparte de pasteles y tartas se habían empezado a vender varios tipos de alimentos salados. El negocio estaba creciendo.
Cuándo Stella entro, todo estaba en silencio. Dedujo que estaba sola, como ella solía hacer la cena Joanna se retiraba temprano. Así que como cada día desde hacía un mes cada vez que llegaba a casa siempre estaba sola, hasta que Harry llegaba.
Para que Joanna no se enterara de que estaba trabajaba ,le había comunicado que estaba haciendo un curso por eso siempre salía todo los días a la misma hora, pero que no podía decirle nada a su marido pues quería darle una sorpresa. Joanna le había dicho que podía contar con ella, pues le parecía muy importante que se preparará. Le había dicho aquella mentira para evitar que la mujer fuese a decirle algo a pero según iba conociendo la más confianza le iba teniendo.
Dejo el pan en la cocina y entro la tarta a la nevera, la había hecho especialmente para Harry, ya que una vez le había confesado que era su favorita.
Aún estaba en la cocina de espalda cuando sintió como alguien la tomo del brazo, se llevó el susto de su vida y un grito agudo salió de su boca.
Lo miro molesta, ningún momento había pasado por su mente que pudiera estar allí. ¿Que hacia él allí?
Al parecer había llegado temprano.-No fue mi intención asustarte.
-¡Enserio! Entras como un ladrón en medio de la noche sin hacer ningún ruido ¿que esperaba?. No tenía ni idea de que había llegado.
-Vamos, no es para tanto. ¿Se puede saber dónde estaba?- dijo cambiando el tono juguetón de su voz.
-¿Estaba comprando algunas cosas?-dijo rápidamente.
Él arqueo una ceja.
-¿Donde esta lo que compraste?
-¿De qué va todo esto?
-Respóndeme.
-Es un interrogatorio.
-Eres mi esposa, tengo derecho a saber dónde estaba.
La arrogancia con la que dijo aquello le molestó. Había estado todo el día trabajando y lo último que quería era discutir con aquel hombre. Pero tenía que dejarle bien claro algunas cosas.
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Un matrimonio de hielo. H. S(1-Serie Magnates Apasionados)
FanfictionNi el más brutal de los inviernos podia compararse con el corazón de piedra de aquel hombre.cruel, letal, malvado y endiabladamen apuesto. Un hombre arrogante y manipulador. Un magnate Alemán acostumbrado a lo mejor y solo lo perfecto. Harry Styl...