Primer día de Inscripciones

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V

Mansión Kim (Joonmyun)

Era una construcción divina, con altos muros en base a un estilo europeo muy sofisticado. Las paredes tenían un brillante color blanco perla que iba a juego con la decoración de plata. En la amplia sala estaba un tocadiscos de la época, en perfectas condiciones, que ambientaba la zona con un ritmo constante y relajante, junto al fuego de la chimenea. No había más ruido que el de la candela ardiendo y el tocadiscos.

Suho suspiró en medio de su concentración. No había nadie más en la mansión salvo él.

No le gustaba estar rodeado de empleados, por lo que solo limpiaban y cocinaban cuando el amo no se encontraba en casa. Era el tipo de personas que apreciaba su privacidad y le gustaba estar solo. No tenía más de dieciocho años, pero ya tenía conocimientos superiores y sabia a la perfección por lo menos siete idiomas.

Era un cheabol de segunda generación. Su madre era dueña de uno de los imperios más grandes en la industria pesquera, había estado en ese negocio por más de treinta años. No era una sorpresa que su único hijo heredara todo aquello, y por supuesto debía ser digno de ello.

Suho no estaba resentido de no tener a su madre junto a él todo el tiempo, sabía que su trabajo era importante y lidiaba con ello desde que era solo un niño.

Ahora era sencillo estar solo, pero incluso diciéndose aquello todas las noches, sentía algo vacío en su pecho.

Estaba sentado en su cómodo sillón personal, al que, tal vez, solo un cojín igualaba la paga de un trabajador promedio, estaba pensativo.

Frente a él, sobre la mesita ratona, estaba el barquito de papel, que era la inscripción del nuevo club.

Nunca se había unido a un club. De hecho, había estado solo toda su vida. No sabía que era un equipo o el trabajo en conjunto. Era algo extraño, era algo totalmente desconocido. Pero no podía sacar de su mente las palabras de ese chico raro con sonrisa de gato.

"No importa si nunca has estado en un equipo, o si no sabes nada de esto. Solo tienes que saber, que hay un chico que es increíblemente bueno y muere por el futbol. Cuando lo veas querrás unirte al equipo."

Suho mordió su labio inferior sintiéndose indeciso y ansioso. Tenía la mano apoyada contra su frente, mientras disfrutaba del cálido fuego.

«¿Chico increíble?»

Quería verlo. Quería comprobar si al jugar también desearía entrar a ese equipo. Tomó la copa servida y le dio un sorbo sin aparar la mirada del origami.

—Un equipo, ¿eh?

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Mansión Kim (Jongin)

Su habitación estaba desordenada, aun había prendas repartidas por doquier y daban un aspecto sorpresivamente descuidado ante la perfección anterior. Las ventanas amplias dejaban colarse la luminosidad de la luna.

Se frotó los ojos, saliendo de su cama, donde aún dormía una mujer desnuda. No le dio mayor importancia y se colocó unos pantalones, bostezando. Pronto la enviaría a casa.

Bajó las escaleras, deseando un vaso de leche, pero al momento de poner un pie en la primera planta se encontró con sus empleadas recogiendo un centenar de afiches que inundaban su piso como una marea alta.

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