Desayuno rápidamente y con un "Ya salgo" me voy al instituto. Como ya soy oficialmente la manager del Nekoma debo estar también en el entrenamiento matutino. Llego de las primeras, solo adelantada por Innuoka y Yamamoto, que están entrenando.
- ¡Buenos días! ¿No llegáis muy pronto? – les digo asombrada
- ¡Ah! ¡Tategami-senpai! ¡Buenos días!
- Ya te he dicho que puedes llamarme Sonja – le digo sonriendo
- Tu también llegas temprano, Sonja-senpai
- Bueno, no quería llegar tarde en mi primer día. Y había pensado en ir preparando algunas cosas. Pero por lo que veo no va a hacer falta – digo riendo. Yamamoto ha estado callado desde que he entrado. Definitivamente se parece a Tanaka, al que le cuesta hablar con cualquier chica por primera vez. Lo que es sorprendente, porque son muy ruidosos – Yamamoto-san, tu estas también en segundo, ¿verdad?
- Eh... Si – dice mirando para otro lado
Innuoka y yo nos reímos divertidos por la situación en la que se encuentra el mohicano. Les lanzo balones para que puedan practicar el remate hasta que van entrando el resto de miembros del equipo. Cuando ya llega el entrenador Nekomata y Naoi nos reunimos para las indicaciones, y comienza el entrenamiento de verdad.
Camino del gimnasio he estado pensando en formas para ayudar durante los entrenamientos y se me ha ocurrido una idea. Por tanto, cojo una libreta de mi mochila en la que aun no había escrito nada y escribo cada parte del entrenamiento y el número de puntos y errores que cada uno tiene. Cuando ya tenga algunos días (alrededor de una semana será suficiente, creo) se la entregare al señor Nekomata por si sirve de ayuda en próximos entrenamientos. Noto que Naoi me mira con curiosidad, pero si adivina lo que estoy haciendo no dice nada. Solo se gira al entrenador Nekomata y le dice algo bajo, a lo que este asiente. Yo sigo concentrada anotándolo todo.
Cuando terminan el entrenamiento nos vamos a cambiar para ir a clase. En el descanso para comer se me acerca una chica con cara emocionada.
- ¡Sonja-chan!
- Esto... Hola... Eeeh... - ¿Cómo puedo ser tan mala por los nombres?
- Me llamo Minamoto. Elie Minamoto. Supongo que con toda la gente que conociste ayer no recordaras muchos nombres – se ríe.
Minamoto parece el tipo de persona que se lleva bien con todo el mundo. No ha parado de sonreír desde que se ha acercado, y se coloca algunos mechones rubios que se han escapado de su cintillo. Le sonrío.
- Encantada, Minamoto-san.
- ¡Nada de formalidades! ¿Eres manager del equipo de vóley masculino del Nekoma, no? ¡Llamame Elie!
- Yo... Está bien. – y de repente analizo lo que me ha dicho.- Elie-san, ¿cómo sabes que me he unido al club?
- Es mi trabajo saber ese tipo de cosas
- ¿Estás en el periódico escolar?
- Bueno, alguna vez he publicado cosas, si – se aclara la garganta y, señalándose orgullosamente dice - ¡Soy la presidenta del club de fans del equipo!
Me quedo sin palabras. No sabía que tenían un club de fans. Claro que el Nekoma lleva siendo bueno durante mucho, no como el Karasuno que había caído en decadencia los últimos años... Mi sorpresa debe reflejarse en mi cara, y sigue:
- Lo cierto es que ese club no existe... oficalmente. Pero varios estudiantes nos reunimos en todos los partidos para animarlos. Y cuando me enteré que venias del club de vóley del Karasuno... Bueno, pues te seguí porque tenía la intuición de que te unirías.
- Oh, bueno...
- ¿Te apetece que comamos hoy juntas? Tengo mucha curiosidad sobre el famoso colegio de la Batalla en el Basurero
- ¿Lo conoces?
- ¡Pues claro! Entré en este instituto porque me encanta el equipo y conocía mucho de su historia, y algo imprescindible es esa eterna rivalidad entre cuervos y gatos
- Bueno, estaría encantada
- ¡Qué bien! – me dice, y se va sonriendo y saludando a otro compañero de clase.---
Cuando llega la hora de la comida Elie se acerca a buscarme a mi pupitre, y decidimos aprovechar el buen tiempo para almorzar al aire libre. Cogemos nuestras cosas y bajamos al patio, donde hay algunos bancos y arboles. Durante todo el trayecto no ha parado de protestar por todas las tareas que han mandado para la semana que viene y sobre lo duro que es estar en preparatoria.
La comida se hace muy amena. Me pregunta algunas cosas sobre el Karasuno a las que yo contesto, algunas veces, incluso con anécdotas.
- ¡Vaya! ¡Me gustaría conocerlos! Parece que te llevas tan bien con ellos...
- Es verdad. – me rio. Llevo un buen rato dándole vueltas a una pregunta y decido que no puede hacer ningún mal formularla – Elie-san... ¿Por qué no eres manager del Nekoma? Quiero decir... Los admiras mucho, sabes de vóley, vas a todos sus partidos... Todas esas cosas son de una manager.
- Bueno... Lo cierto es que no podría concentrarme mucho. ¿Tú te has fijado en que músculos tienen?
Me quedo un momento parada, procesando la respuesta que me acaba de dar, y me pongo a reír. A los poco segundos también esta ella riendo. Nos tiramos al suelo e incluso lloramos un poco hasta que llegamos a calmarnos.
- Sí, creo que tienes razón – le contesto limpiándome la cara
Y así fue como hice una amiga en el instituto Nekoma.
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Un nuevo gato en el Nekoma
FanfictionCuesta volver a acostumbrarse al ruido de la gran ciudad. Y tener que coger el metro no ayuda. Tantos años fuera de Tokio se notan y, aunque había seguido viniendo de visita y para algunas revisiones de Kyoya, no es lo mismo que cuando era pequeña...