Vacaciones de verano

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El último día de clase está a punto de darme un ataque. Elie bromea sobre que estoy a punto de provocar un terremoto, lo mismo que ha dicho Kuroo en la práctica matutina.
Pero es que en 24 horas los veo.
El Karasuno.
En entrenador Nekomata ha cancelado el entrenamiento de la tarde para que podamos preparar las mudas para esta semana de entrenamiento. Cojo la maleta más grande que tengo para meter, además de la ropa y neceser de baño, un libro y todas las cosas de la cámara junto al ordenador. Me encargaré de grabar todos los partidos y darle una copia en pen de ellos al final a cada profesor, por lo que en cuanto llegue a la Shinzen tendré que buscar el mejor lugar para el trípode. Aun no hemos empezado y ya estoy cansada. Pero ese momento de pánico se me pasa para sustituirlo la emoción. ¡Estaré ejerciendo de manager en una concentración de una semana!
Al final de la tarde nos reunimos en el instituto para ir todos juntos. Naoi llevará en su camioneta y mi padre en nuestro furgón, con lo que nos repartiremos en estos dos coches.
Y yo maldigo a mis compañeros de viaje. Y eso que son solo 45 minutos. Lev y Yaku no se ponen de acuerdo sobre cuánto tiempo deben practicar las recepciones (por supuesto a Lev se le pasó dos días después las ganas de mejorar y ya solo quiere practicar remates). Innuoka está emocionado por poder jugar otra vez contra Hinata. A lo que se le une Lev gritando. Y por lo que Yaku le regaña aun más alto. Kai y yo nos miramos para darnos ánimo mutuamente mientras mi padre sonríe: debe pasárselo bomba viendo con lo que tengo lidiar cada día.
Somos los últimos en llegar a la Shinzen. Mientras descargamos el equipaje el capitán del Fukurodani se acerca corriendo a Kuroo para entrenar
- ¿No puedes esperar a que al menos deje las cosas?
- ¡Vamos Kuroo! Que nadie más quiere... Akaashi y yo necesitamos que bloquees
- Nunca he dicho que fuera a entrenar
- ¿Eso significa que no quieres?
La única respuesta de Akaashi es un suspiro, por lo que me rio por lo bajo. Creo que ya se de que van estos tres.

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Instalarse es mucho más simple para las chicas que para los chicos. Las managers tenemos una habitación para nosotras una planta más arriba. Ya están preparadas las cosas para la llegada de Shimizu y Yachi mañana, de forma que no tengamos que volver a colocarnos.
Tras guardar mis cosas saco la cámara de video y salimos las cinco juntas a dar una vuelta. Ya empieza a oscurecer, así que la vista por la ventana es preciosa. Pasamos por la habitación de los chicos y no puedo contenerme a grabarlo. Doy al botón de encendido y nos asomamos con cautela por la puerta. Dentro es un caos.
- ¡LEV! ¡DEJA DE COGER TANTO ESPACIO!
- Perdón, Yaku-san – Lev apenas puede contenerse de la alegría.
Otros dos que están dando literalmente saltos son Innuoka y Shibayama, que dejan sus cosas en el armario y están a punto de chocarse con nosotras al salir corriendo detrás de Yamamoto. "Esos son tal para cual", sonrío para mí.
Kai, Fukunaga y Kenma están más relajados y se quedan remoloneando en la habitación. De Kuroo no hay ni rastro.
Nos vamos riéndonos y seguimos dando una vuelta. La manager de la escuela me enseña los lugares donde podría poner la cámara y me decido por las gradas, desde donde puedo grabar todos los partidos a la vez y sin necesidad de moverla.
La cena es a las 9 en punto. Estoy ayudando a servir la cena cuando entran por la puerta Kuroo, Bokuto y Akaashi.
- ¿Dónde estabais? - pregunta Shirofuku. Aunque la respuesta salta a simple vista.
- Haciendo unos bloqueos – contesta Bokuto con una sonrisa
- Pues no podéis cenar hasta que os hayáis duchado – contesta. Y ante los pucheros de Bokuto - ¡Venga! ¡Andando! ¡A la ducha!
Akaashi ya está saliendo por la puerta mientras Bokuto y Kuroo intentan convencer a la manager de tercer año, pero está claro quien lleva las de ganar. Al final salen los dos detrás del armador, balbuceando algo de 'injusticia', mientras los demás nos reímos.

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Por la madrugada doy vueltas en la cama hasta que me doy por vencida y salgo a dar una vuelta. Hace buena noche así que cojo el libro y me siento al lado de una luz en el patio. El que he escogido es un libro de mi madre: Vendrá por el mar; poco conocido pero que a mí me encanta.
De repente un ruido detrás de mi me sobresalta.
- Perdón, ¿te he asustado?
- No, no es eso... - digo frotándome los ojos. Maldición, me he quedado dormida.
- ¿No puedes dormir? – me pregunta Akaashi
- Mas bien no podía – digo enfadada conmigo misma. Él sonríe. - ¿y tú, Akaashi-san?
- He salido al baño y te he visto
- Bueno, gracias – digo tímida. Empiezo a recoger las cosas cuando mi móvil vibra por un mensaje: "¡¡TOKIO!!" – Parece que los del Karasuno van a empezar el viaje
- ¿Estás nerviosa? No los ves desde la última concentración
- No – digo sin dudar.- Pero si tengo muchas ganas de verlos.
Akaashi asiente como si lo entendiera y vamos juntos en silencio hasta las escaleras. Mañana será un nuevo día, y hay que estar descansados para lo que nos espera.

Un nuevo gato en el NekomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora