Poco a poco fui cayendo en la rutina: despertarse, ir al entrenamiento matutino, clase, almuerzo con Elie, más clase y más entrenamiento. Yuu y yo seguimos manteniéndonos al día y, de vez en cuando, me llama junto con alguno más. Pero ya no duele tanto la separación del Karasuno como antes. Aunque sí que me siguen preocupando Hinata y Kageyama porque, por lo que me han comentado Tanaka, Yuu y Suga ayer, siguen sin hablar el uno con el otro.
Sin embargo, hoy será un día diferente. Es sábado (mi primer sábado en Tokio como miembro del Nekoma) y todo está muy tranquilo. Quizás por eso me sobresalto tanto al oír ese grito justo a mi lado.
- ¡¡HEY HEY HEY!! – dice un chico con el pelo plateado justo en la puerta. Tardo un momento en reconocer al capitán del Fukurodani: Koutaro Bokuto.
- Este maldito búho... - murmura Kuroo a mi lado.
- ¿Hay partido de práctica hoy? No lo sabía...
- No. O al menos no nos ha dicho nada el entrenador – me contesta Kenma con la mirada fija en su consola, ya que Kuroo se ha ido a saludarlo.
Poco a poco van llegando los jugadores del Fukurodani. No me puedo creer todos los que hay: casi el doble que el Nekoma. Estoy concentrada, intentando contar (se mueven mucho así que ya no sé si he contado a alguien más de una vez) cuando oigo una voz sorprendida a mis espaldas: "¿Sonja-san?" Me giro para encontrarme con las managers del Fukurodani. En el fin de semana de entrenamiento hice buenas migas con ellas, por lo que no es de extrañar que se sorprendan al verme aquí con otro uniforme. Suspiro y me acerco con una sonrisa para explicarles todo.
Estamos ya hablando de otras cosas cuando escucho al capitán del Fukurodani:
- ¿Eh? Kuroo, no me habías dicho que por fin habíais conseguido manager.
- Ya, bueno. No veo la necesidad de tener que contar eso como si fuera algo raro.
- ¡¿Pero hace cuanto que el Nekoma no tenía manager?! ¡Claro que es una novedad!
- Esto... Hola, Bokuto-san – le digo tímida
- ¿Has visto eso? Soy tan bueno que me conocen hasta fuera de mi instituto. ¿A qué no conocidas a Kuroo hasta que te uniste al club? – y suelta una alegre carcajada. Me quedo parada, y miro a sus managers. Estas niegan con la cabeza, como si este tipo de situaciones fueran lo más normal del mundo.
- La verdad... Es que conocí a Kuroo-san antes.
- ¿Cómo? – dice sorprendido
- Tú eres una de las managers del Karasuno, ¿verdad? – me pregunta un chico alto que llevaba callado todo el tiempo al lado de Bokuto
- ¿Qué harías sin tu armador, Bokuto? Podrías confundirte y anotar en tu propio campo – le dice Kuroo a Bokuto.
- ¡Cállate! – y después, girándose hacia mi - ¿Y qué haces aquí?
- Es largo de contar – le respondo con una sonrisa
Parece que quiere seguir preguntándome pero en ese momento llegan ambos entrenadores y nos tenemos que reunir. Por lo que explican han decidido hacer un entrenamiento en conjunto: primero lo dirigirá uno de los entrenadores y después el otro, de forma que ambos equipos tengan la oportunidad de hacer los ejercicios del otro. Una oportunidad para entrenar como el adversario y así saber sus puntos fuertes (o aprender algunos para el propio equipo).
Las managers nos sentamos juntas y seguimos con atención todo el entrenamiento, tomando algunas notas. En el primer descanso veo a Bokuto interrogando a Kuroo sobre por qué me he trasladado, pero este simplemente lo ignora.
- Perdona a Bokuto – me dice Yukie Shirofuku, la manager de tercer año – Puede ponerse muy pesado algunas veces, lo que suele darle problemas a Akaashi.
- No pasa nada, en la última semana ha habido muchos que también han mostrado interés – le sonrío. – Lo que pasa es... No sé.
Me quedo callada, y Shirofuku respeta ese silencio. ¿Por qué me cuesta tanto mencionar el motivo? No es nada malo sino todo lo contrario pero... Salgo de mi ensimismamiento cuando tocan en silbato para el próximo turno de entrenamientos, y me concentro en tomar apuntes de todo lo que veo. Cuando empiezo a comerme así la cabeza es imposible cambiar de tema.
La última parte la dedicamos a jugar varios sets. El Fukurodani gana cinco de los seis, como se esperaba de un equipo que ha estado los últimos años en las nacionales, pero el Nekoma no lo ha hecho nada mal tampoco. Mientras nos reunimos oigo a Kuroo diciendo:
- Puede que los gatos sean grandes y fuertes, pero los búhos tienen alas y pueden llegar a sitios altos – y luego añade mirándome mientras sonríe de lado – o algo parecido oí hace tiempo en un partido de práctica.
Me sorprende que lo recuerde. Cuando tuvimos nuestro primer partido de práctica Karasuno vs Nekoma le dije a Daichi esas mismas palabras: "Puede que los gatos sean grandes y fuertes, pero los cuervos tienen alas y pueden llegar a sitios altos". Sin embargo, esas no son todas las palabras que 'El Capitán' dijo:
- "Pero lo que muy poca gente sabe es que los gatos, si afilan bien sus garras, pueden llegar aun mas alto" – termino en voz alta.
ESTÁS LEYENDO
Un nuevo gato en el Nekoma
FanfictionCuesta volver a acostumbrarse al ruido de la gran ciudad. Y tener que coger el metro no ayuda. Tantos años fuera de Tokio se notan y, aunque había seguido viniendo de visita y para algunas revisiones de Kyoya, no es lo mismo que cuando era pequeña...