Sandías

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A la mañana siguiente la manager del Shinzen nos reúne a todas. Los padres de la escuela han comprado unas sandías para todos los de la concentración y nos toca prepararlas.
- Vamos a dividirnos en grupos y nos vamos turnando, de forma que no se sospeche nada.
- ¿Debemos separarnos las de la misma escuela?
- Sería lo mejor, así no quedaría vuestro equipo desatendido.
Y así es como Shimizu, Shirofuku y yo nos quedamos en el primer turno. Kaori Suzumeda, la manager de primer año del Fukurodani, ya me ha avisado de que tengamos cuidado con su senior pues es algo glotona. "Pero lo de algo es quedarse corto" pienso a la tercera vez que evitamos que se coma un trozo.
Mientras está limpiando los cuchillos (la única forma de saber que no va a comerse las sandías) Shimizu me sorprende con un comentario
- Se te ve feliz
- Mmm... Sí, bueno, claro... - digo sin saber muy bien que decir
- Me alegro. Parece que te has adaptado muy bien en el Nekoma
- Son muy buenos chicos. Me han facilitado todo mucho: la integración, la rutina del equipo... Y lo cierto es que se parecen a los del Karasuno – sonrío
Shimizu me sonríe también, y sigue preparando las sandías mientras la miro. Nunca ha sido una chica muy parlanchina pero siempre me he sentido a gusto con ella. Tanaka y Yuu la idolatran (bueno, el resto también) y comprendo el porqué. Gracias a ella yo, y después Yachi, pudimos incorporarnos a la mecánica del equipo. Y muchas de las cosas que ahora hago como manager las he sacado de situaciones en las que vi a Shimizu en acción.
Sonrío y sigo ayudando.

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Parece que las sandías son todo un éxito. Todos los equipos las comen con ansia (algunos con tanta que se atragantan). Veo a Yuu buscando otra así que me acerco.
- Yuu, ¿cuántas has comido? – me río
- Bueno... Creo que ya llevo dos. ¡Pero aún tengo hambre! – dice ante mi mirada de incredulidad
- ¿Quieres que te doy un corte de digestión cuando vuelvas a la pista?
- Pareces una madre, Sonja – oigo a mis espaldas
- Bueno, pero es que es la verdad, Ennoshita.
- Ya no eres nuestra manager, no puedes regañarme – dice Yuu haciéndome burlas
- En ese caso hablaré con Daichi...
- ¡NO! – responde rápidamente Yuu, a lo que los demás nos reímos.
Me fijo en que Kuroo se acerca a hablar precisamente con él y algunos más del Karasuno, pero tampoco le doy mucha importancia: Hinata está con Lev y Kenma, por ejemplo. Aunque ellos son así...
Cuando se termina el descanso volvemos al gimnasio con los partidos. Parece que todos vuelven más animados tras la comilona, y son partidos más intensos. Cada vez que el Nekoma y el Fukurodani se enfrentan, Kuroo y Bokuto se pican más. Una de las veces que estamos esperando me acerco al número cinco del Fukurodani
- ¿Están así por lo que dije ayer?
- Están así siempre. Aunque lo de ayer los ha llevado un poco más allá. – y añade sonriéndome – Lo que no es malo para ninguno de nuestros capitanes.
Respiro más tranquila. Sé que siempre compiten entre ellos, pero en eso se basa su amistad. Y no me gustaría un día meter la pata y que se estropee por llevarla al extremo.

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Al final del día los profesores dan por terminados los partidos. Me reúno con Akaashi, Bokuto y Kuroo en la puerta del gimnasio, donde me estaban esperando mientras ayudaba a recoger.
- Espero que vayas preparado para la derrota, búho estúpido
- ¡No me quites mis frases, Kuroo!
Me río mientras Akaashi solo puede suspirar. Cuando llegamos al gimnasio los chicos estiran un poco mientras yo preparo la libreta y mi cámara: me sobra cinta y puede ser curioso este enfrentamiento.
- Bien, comencemos – dice Kuroo a un lado de la red. Bokuto frunce el ceño a modo de concentración mientras Akaashi flexiona el cuerpo y espera a mi bola
- ¡Va! – lanzo la pelota y, unos segundos después, se oye el estruendo de su rebote en el suelo
- ¡Siiiiii! – dice felizmente Kuroo
Pasamos una hora así. Al final Bokuto gana por tan solo dos puntos, lo que le hace muy feliz a él pero para Kuroo no significa nada. "Eso es envidia de mi talento" dice cuando intenta explicarle que esa diferencia de dos puntos es mínima.
Akaashi y yo nos adelantamos mientras discuten sobre quién es el mejor (otra vez).
- ¿No tienes mucho trabajo?
- ¿Cómo?
- Bueno, no solo eres manager del Nekoma y desempeñas esas funciones. También grabas todos los partidos y los pasas a un CD para cada profesor al final del día, ¿no?
Me sorprendo. Debe de ser la primera persona que se da cuenta de todo el trabajo que tengo que hacer. O, al menos, que me lo dice.
- No pasa nada. Los videos los dejo grabando durante la noche. Solo tengo que conectar la cámara al ordenador y voila. Y el partido de ahora está en la cinta personal así que no hay prisa – digo sonriendo.
Akaashi asiente y esperamos a los dos capitanes para entrar a cenar.

Un nuevo gato en el NekomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora