El lunes debemos enfrentar a nuestros oponentes y, en caso de ganar, pasaremos a las finales en octubre. Y todo gracias a que los chicos quedaron entre los ocho mejores porque sino habríamos empezado ya la semana pasada.
Pero hay mucha gente. Demasiada.
- ¿Nerviosa? – pregunta Yaku
- No más que vosotros. Es solo que... Hay tanta gente... – suelto una risa nerviosa
- Bueno, en Tokio hay muchos más equipos.
- Sí, pero no había imaginado tanto...
- ¡Otra vez! – me corta Kuroo hablando aparentemente al aire molesto.
- ¿P-Pasa algo?
- Si. La próxima vez que salgas con tu amiga avísame para que esta lechuza vaya al otro extremo de la ciudad
- Bokuto-san no para de mandar mensajes a Kuroo sobre si ha llegado la chica. O sobre si la ha visto. O sobre si ha preguntado por él. – aclara Kenma
Suspiro. Entonces estamos igual. Elie se llevó una gran decepción al enterarse de que el Fukurodani jugaba en otro gimnasio y no vería al "chico con cara de búho adorable".
Y desde el día que lo conoció está así. Por ejemplo, tengo una foto en mi pared del último día que jugamos el tres contra tres: Bokuto hace la foto y tiene a Tsukki agarrado (porque no quería ponerse), Akaashi es el siguiente, Kuroo está en la otra esquina, Lev está por detrás cayéndose y Hinata y yo (que somos casi de la misma altura) estamos delante riéndonos. La tarde del cine Elie se vino a dormir a mi casa y, cuando la vio, se sonrojó. ¡Por una foto! No paró de preguntarme disimuladamente sobre el equipo en el que juega y si sabía que le gustaba hacer... Vamos, que la flecha de Cupido le ha dado fuerte.
Y por lo que dice, Bokuto está igual.
Miro la hora y aviso a los chicos de que toca ir preparándose. El móvil de Kuroo vuelve a vibrar pero él le hace caso omiso. La concentración está claramente visible en todos sus rostros.---
Mientras entramos en la cancha la afición aplaude. No estoy acostumbrada a que haya tanta gente animando al equipo, lo que hace que me anime un poco. Pero, ¿y si fallamos? Vale, mejor mantener este tipo de pensamientos a raya. Solo conseguiré poner más nervioso a los chicos.
Recorro las gradas con la mirada y me fijo en Elie con un grupo de gente sosteniendo una gran pancarta: 'Ánimo gatos'. Me ve y me saluda animadamente, provocando que la pancarta se incline peligrosamente hacia el resto de personas del colegio que han venido a animar. Un chico de su grupo se vuelve hacia ella con cara de susto, imagino que para advertirle que tenga cuidado. Esa torpeza hace que me ría.
- ¿Ya estás mejor? – pregunta Kai
- Si, algo mejor – sonrío
- Tú solo anima y mantén preparadas las bebidas para cuando ganemos.
- Eso está hecho – digo imitando el saludo militar. Lo que me recuerda a la noticia que nos dio mi padre anoche. "Al parecer el general Minamoto se ha enterado de la situación que tenemos en casa y han decidido reubicarme en Tokio en una academia". El apellido del general hizo que levantara la cabeza pero cuando me preguntaron el motivo yo no dije nada. Cuando terminamos de cenar le mandé un mensaje a Elie y su contestación fue que "tenía que hacer algo ante la situación porque somos amigas". Miro arriba y, cuando Elie me vuelve a mirar, articulo un 'gracias' que ella responde con un signo de victoria.
- Sonja-senpai, nos reunimos.
- ¡Perdón!
El entrenador Nekomata da una serie de instrucciones sobre nuestros oponentes, a los que parece que ya han enfrentado en alguna ocasión. Tras eso los chicos hacen un corro pero, en lugar de dar su discurso habitual, sólo me miran.
- ¿Qué pasa?
- He dicho 'Venid equipo' – dice Kuroo indicándome que me acerque. Entro en el corro entre él y Kai sonrojada – Nosotros somos como la sangre. Debemos fluir para que el oxígeno llegue al cerebro y funcione correctamente. Ganaremos este partido y pasaremos a la siguiente ronda. No podemos quedar mal delante de nuestra nueva manager
Las risas consiguen liberar la tensión que teníamos todos acumulados. El árbitro da la señal y entonces comienza el partido.---
Lamento decirlo pero estoy tensa. Muy tensa. El partido está muy reñido y la diferencia de puntos es escasa. Pero no impido que eso nuble mi juicio. Tengo una función, y voy a desempeñarla bien. Así que me trago la bilis que tengo y animo a los chicos tanto como puedo. Al terminar el primer set doy toallas y bebidas frescas a todos rápidamente mientras el entrenador y Naoi dan instrucciones para el siguiente.
Ganamos 2 – 0.
Mientras lo celebramos en el pasillo se acerca una chica de primaria con dos grandes moños castaños.
- ¡Hermano, bien hecho! – dice corriendo hacia Yamamoto
- ¡Hey, gracias!
- No sabía que Yamamoto tenía una hermana pequeña.
- Viene a animar a todos los partidos – sonríe Yaku
Entonces se gira y me ve. "¿Tú eres la nueva manager?" pregunta sonriente. Solo me da tiempo a asentir cuando unos brazos me rodean el cuello.
- ¡Genial, Sonja-chan!
- ¡Elie-chan! ¡No me des esos sustos!
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Un nuevo gato en el Nekoma
FanfictionCuesta volver a acostumbrarse al ruido de la gran ciudad. Y tener que coger el metro no ayuda. Tantos años fuera de Tokio se notan y, aunque había seguido viniendo de visita y para algunas revisiones de Kyoya, no es lo mismo que cuando era pequeña...