Cupido

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Tras la semana de entrenamiento en la escuela Shinzen volvimos a la normalidad. Elie se empeñó en que le explicara todo lo que habíamos hecho o había ocurrido, así que pasamos muchos almuerzos sin hablar de otra cosa. Mientras, ella se queja de lo aburrida que es su vida
- ¿Aburrida? – me rio
- ¡Pues claro! Tú conoces a gente interesante y yo mientras estoy en mi casa, encerrada. Es aburrido – se queja. Y después me mira seria – Y ya te he dicho que no me voy a unir como manager. Estoy contenta como presidenta del club de fans.
Suspiro. Hace algunos días creó un blog (para mi pesar fui yo quien lo sugerí) y ahora no para de subir noticias sobre el equipo. Le he tenido que rogar y amenazar para que no publique fotos a escondidas. Pero tampoco tiene el valor de pedir permiso para venir a algún entrenamiento. Incluso me he ofrecido a llevar yo la cámara y hacer un par de fotos pero ella se niega en rotundo. En fin, tardé en darme cuenta de que en el fondo de esa vivaracha chica hay una persona tímida.
- ¿Has visto la nueva película que va a salir? – pregunta para cambiar de tema
- ¿Esa de monstruos?
- ¡¡SI!! ¿Por qué no vamos este sábado cuando salgas del entrenamiento?
- No sé yo... - finjo pensármelo mientras oculto una sonrisa
- Venga, no seas mala. Hazlo por tu amiga.

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El sábado llevo ropa normal en la bolsa: un pantalón negro y una camiseta en tonos pasteles con la que enseño mis hombros. Decido recogerme mi roja melena con una trenza hacia un lado, para variar de cómo voy siempre. Cuando salgo del cuarto los chicos empiezan a silbar.
- Vaya, vaya. ¿Quién es el desafortunado?
- Cállate Kuroo – le contesta Yaku
Me sonrojo. No estoy acostumbrada a que bromeen de esta forma, así que es la primera vez que no tengo una forma de responder. Sin embargo, Elie me salva de la situación.
- ¡Sonja-chan! ¿Estás lista?
- Ahora mismo voy – le respondo entrando a por mi bolsa y cerrando con llave el cuarto. Mi padre pasará a recogernos y dejarnos en el cine, así que puedo dejársela en el coche.
- ¿Quién es? – pregunta Yamamoto, por lo que veo, algo sonrojado
- Una compañera de clase y amiga. ¡Ah! Y la presidenta de...
- ¡Deja de hablar! – me tapa la boca Elie.
Me arrastra fuera de allí aun con la mano en la boca, por lo que solo puedo despedirme saludando con la mano y riéndome.
Mi padre llega al momento, así que ya sentadas en el coche le pregunto entre risas por qué no quiere que sepan quién es. "Ese tipo de cosas no las tiene que saber los integrantes de un equipo, sino piensan que esa persona es una obsesionada" es su respuesta, ofendida.
Llegamos temprano por lo que compramos las entradas sin problema y nos ponemos a hacer tiempo en las tiendas hasta que empiece la película. Vamos a pagar unas palomitas cuando oigo una voz muy familiar.
- ¡Venga, Akaashi!
- No, gracias Bokuto-san
- ¡Pero si están muy baratas! – y entonces me ven - ¡Ah! ¡Tategami-san!
- He dicho que me llames... Da igual. Hola Bokuto-san, Akaashi-san – les sonrío
- ¿Has venido con el equipo? ¿Está aquí Kuroo?
- No... Lo siento. He venido con una amiga.
- Maldita sea. Seguro que Kuroo las habría compartido conmigo – dice con el ceño enfurruñado. Y de pronto se queda parado, con los ojos muy abiertos y fijos. Akaashi y yo nos miramos mutuamente y nos giramos para ver qué ha captado la atención del búho. Y entonces me doy cuenta que es Elie, quien también lo mira. Y después a mí. Y después otra vez a Bokuto.
- ¿Os conocéis? – digo con curiosidad. Ambos niegan con la cabeza. ¿No es esto algo raro? Vuelvo a mirar a Akaashi, que solo se encoge de hombros. – Esta es mi amiga Minamoto-san. Hemos venido a ver esa película nueva de monstruos
- Encantado – dice Akaashi
- Lo mismo digo. Y podéis llamarme Elie – responde con una sonrisa.
Bokuto sigue callado y mirando fijamente. Akaashi suspira y con un gesto de la mano se despide de nosotras, mientras arrastra a Bokuto del brazo. Me giro para mirar a Elie, que sigue con la mirada puesta por donde se han ido. De repente espabila, me mira, se pone roja y balbucea sobre ir al baño. Finjo no darme cuenta de nada y la sigo con una sonrisa en la comisura de la boca.

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La película no es para tanto como había oído. Sí, hay alguna escena en la que te sobresaltas, pero ya está. Cuando encienden las luces Elie y yo bromeamos sobre algunas escenas y cuál de las dos se ha pegado mayor susto hasta que, a medida que bajamos, nos encontramos otra vez con los dos jugadores del Fukurodani. Akaashi parece estar al límite de su paciencia mientras el capitán tiene tapada la cara con el gran bol de palomitas. Elie se sonroja.
- Bokuto-san, la película ya ha terminado.
- ¿Estás seguro, Akaashi?
- Si
Es solo entonces cuando levanta la mirada del bol para fijarla en nosotras. Y cuando se sonroja Akaashi se fija también en nosotras.
- ¿Muy terrorífica? - sonrío
- Bueno... algo. Akaashi se ha asustado bastante. – contesta Bokuto sacando pecho.
Akaashi solo suspira mientras Elie suelta una risa tímida.

Un nuevo gato en el NekomaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora