CAPITULO XV

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Cuando los vi entrar me quede perpleja, Condes, anunciaron a los Condes eso quería decir que el no era un simple campesino,  mi hermana era una tonta, esta vez Jane se había equivocado pero quien confunde a Conde con un campesino, claro solo mi hermana, volví la vista para ver a todos,  mi madre estaba orgullosa de su compañía, mi padre no se veía sorprendido y Marco presentaba una hermosa sonrisa que se desvaneció cuando vimos como Jane se desplomaba lentamente, la atención se situó nuevamente en la familia

Rápidamente la sostuvo Alberto en su brazos y mi madre corrió a atenderla, en menos de lo que esperaba se creo un gran alboroto dentro del salón, su esposo se apresuro salio para salir del salón con ella en brazos y un doctor que era invitado de la recepción salio tras de ellos, la madre de Alberto abochornada por la situación se disculpo por el acontecimiento alegando cansancio y emoción por el ajetreo de la boda, justificando con que la novia había sufrido mucho estrés durante los últimos días

Marco me sostenía muy cerca, esta vez me encontraba perdida en mis pensamientos, según el me decía que había puesto pálida, yo solo le sonreía alegando preocupación por mi hermana pero el tenia cara de incertidumbre, se negaba a dudar de mi pero creo que tenia ganas de preguntar algo más sobre lo que yo alegaba, vi a ese muchacho pasearse por el salón observándome muy fijamente cosa que me incomodo de inmediato, pero también lo vi conversando con la mayoría de los invitados; es que solo Jane fue tan tonta para no darse cuenta de que era hijo del Conde, pero una ficha no encajaba dentro de todo esto pues mi padre menciona varias veces que el Conde era viudo y sin descendencia 

Los invitados comenzaron a marcharse, Marco se encontraba cerca de mi ayudándome a despedir a algunos pero de repente aquel chico se acerco a donde estábamos, podía sentir su mirada penetrante, Marco me dijo que se alejaría unos minutos pues necesitaba arreglar unos negocios con el, yo solo asentí, me perdí en mis pensamientos un momento mas, de repente sentí una presencia cerca de mi, creyendo que era Marco voltee y de nuevo su mirada mientras me sonreía, sentirlo cerca me ponía incomoda 

- que hace usted aqui - le dije en un leve susurro tratando de no levantar sospechas 

- que carácter hermana, soy un invitado mas de este circo - su tono de voz era seco y lleno de cinismo 

- que busca presentándose aquí como un invitado mas, usted sabia perfectamente por que era la celebración 

- escúcheme bien, fui invitado como todos aquí, pero mi principal objetivo es llevarme a su hermana conmigo por la buena o por la mala, ella me pertenece y tiene una promesa que cumplir 

- óigame pero como se atreve a hablar así de ella, ahora es una señora casada y contra eso ni usted ni nadie puede hacer nada, espero no verlo cerca de nuestra familia nunca mas  

- déjeme decirle algo querida cuñada, ella no se va a burlar de mi, prometió ser mi esposa y lo va a cumplir a como de lugar, no me importa si la tengo que robar, secuestrar o hacer lo que sea para que ella cumpla su palabra  

- pero si usted es un atrevido... - Pude notar como Marco se acercaba en ese instante a nosotros, con una sonrisa en el rostro, le palmeo la espalda  

- Colín de verdad que esta ha sido una verdadera sorpresa - mostró una sonrisa en su rostro - pensé que llegabas dentro de unos días, tu ultima carta me dio gran satisfacción,  sabia que nos iría muy bien juntos  

- pude llegar antes para acompañar a mi padre a la fiesta, las cosas no se complicaron tanto en Londres como pensé, de hecho tus ganancias del negocio ya fueron entregadas a tu administrador creo que nos fue mejor de lo esperado, ademas pude conseguir un nuevo trato con mercaderes que la vez pasada se negaron a vendernos 

Amores TraicionadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora