CAPITULO IX

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Después de la discusión  que tuve con Jane fui a cenar pero me fue casi imposible encontrar la paz, me sentía ofuscada y demasiado sentida con mi hermana pero que podía hacer ya, tal vez ella tenia razón y ningún hombre se podría fijar en mi, pero todo este caos lo único que me generaba era querer regresar al convento lo antes posible y para colmo tenia que dormir esa noche en la misma recamara de Jane, la conversación en la mesa no llamaba parea nada mi atención y los preparativos de la boda mucho menos 

Trate de dormir pero no pude pase prácticamente toda la noche en vela, la relación con mi hermana no podría ser peor, pero bueno no podía hacer prácticamente nada ahora, me encontraba atada de manos ella era la prometida de Alberto y pronto se convertiría en la nueva Marquesa mientras que yo me quedaba con solo en consuelo de mis oraciones y me refugio dentro del convento 

 A la mañana siguiente salí temprano a las caballerizas para poder salir a dar una paseo, me alistaron una yegua de color canela y me fui a dar un paseo, pero alcance a percatarme de que alguien venia cabalgando a todo galope mi cuerpo se tenso de inmediato y acelere el galope lo mas que pude, pero  de nada sirvió pues la persona que venia detrás de mi me dio alcance y se coloco de frente en un caballo de color gris 

- que bien galopas, por poco no te alcanzo - mi corazón dio un respiro cuando lo vi, por un momento me temí que fuera aquel hombre que había conocido semanas atrás, aunque fuera una tontería, muchos kilómetros de distancia nos separaban

- no me percate de que eras tu, perdóname, estaba sumida en mis pensamientos - solo le brinde una sonrisa que me regreso 

- no te disculpes, a mí también me pasa, cuando cabalgo me olvido de todo, pero nunca pensé que tu fueras tan buena Charlotte, tu padre me llego a comentar que te gustaba salir a paseo pero la mayoría de jóvenes solo van a trote 

- se que hago cosas que no son correctas para una dama, pero no lo puedo evitar me hace sentir libre, ademas mi padre me ha enseñado muy bien, por lo cual he perfeccionado con el tiempo este tipo de cosas  

- aun así decides encerrarte en un convento - mi cuerpo se tenso ante su comentario - parece tan feliz al aire libre, que me cuesta trabajo mirarte con un habito encerrada en esos edificios tan oscuros y tristes, no cabe duda que tu caracter y el de Jane son totalmente disitntos

- es una decisión tomada, pero no definitiva, aun mi padre no lo acepta y tampoco quiero hacer algo que le disguste, pero eso lugares oscuros como tu le nombras es donde e encontrado mi paz espiritual 

- creo que te debo una disculpa, pero ya que cancelamos el compromiso, espero que podamos ser amigos y si en algún momento deseas casarte te buscare al mejor partido para que se convierta en tu esposo, nunca me di el tiempo de tratarte, estaba concentrado en mis viajes y estudios, pero se que podríamos ser grandes amigos  

- muchas gracias, claro que podemos ser amigos, sobre todo en un par de días seras el esposo de mi hermana de algún modo te unirás a la familia, así que el trato sera inevitable - mi tono de voz era convincente pero mientras mi corazón era partido una vez mas 

Regresamos cabalgando de manera tranquila, mi corazón venia destrozado pero yo estaba sonriendo, el me comentaba de que no podrían salir de luna de miel hasta dentro de unos meses después y trataría de complacer a Jane hasta el mas mínimo detalle y que estaba contento de que nos volvíamos a reunir como la familia que somos ahora de manera mas oficial, el camino para mí fue largo y doloroso pero sabia que pronto regresaría y todo terminaría, cuando llegamos le di gracias por el paseo y me fui a mi recamara, por fortuna Jane ya no estaba ahí por lo cual pedí que me prepararán un baño y me arregle con tranquilidad  

Cuando baje mis padres, jane, la madre de  Alberto y su amigo estaban reunidos en la sala cuando de repente mi madre comenzó a gritarme en modo de reclamo, pero las palabras salían tan rápido de su boca que me costaba trabajo encontrarle la coherencia, de repente se percato de que nadie estaba entendiendo nada y decidió recobrar su cordura   

Amores TraicionadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora