CAPITULO IV

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No podía creer lo que leía en esa nota "C" quien era, acaso ella se entendían con laguien, pero eso no era posible, ella no había tenido un pretendiente formal ni siquiera un enamorado, pero de repente volvió a mi la conversación que tuve con mi amiga, ella estaría en lo correcto acaso, pero no debía hacerme ideas equivocadas en la cabeza, ella era una muchacha decente incapaz de hacer algo indebido y yo hacia mal al pensar que ella estuviera haciendo algo malo, hasta el momento solo tenia una carta que no demostraba nada, tome las cosas que fui a buscar y me dirigí a mi recamara 

Decidí envolverme en el calor de las sabanas, así me sentiría mejor, poco a poco fui cayendo en un profundo sueño, de repente me vi inmersa en un profundo y hermoso bosque, la luz del sol brillaba y de repente ahí estaba viendo fijamente a un hombre que estaba frente a mi, no lograba ver su rostro, se acerco a mi me tomo por la cintura y su rostro se acercaba al mio, sentía su aliento cálido, pero por mas que me concertaba no lograba verle el rostro, me comenzó a besar de una manera suave, pero poco aumentaba el ritmo, yo disfrutaba de ese beso como si no hubiera mañana, pero cuando el beso al fin paro yo abrí los ojos pude ver unos penetrantes de color azul, los cuales no le pertenecían a ningún hombre que yo conociera, me desperté muy asustada yo no podía tener ese tipo de pensamientos, ni aunque fueran solo sueños, pensé que era de madrigada pero solo habían pasado un par de minutos, como pude tener un sueño tan intenso en solo minutos 

En ese momento escuche como llegaba el carruaje de mis padres y enseguida me levante, me puse la bata y salí para verlos, cuando papa me vio, abrió sus brazos para recibirme en ellos y beso mi mejilla, parecía contento de volver a casa a mi padre nunca le había gustado socializar con nadie y el hecho de tener una deuda con ellos no facilitaba las cosas 

- descansaste Charly - papa finjia la sonrisa que portaba en su rostro, debía de sentirse agotado 

- si papa y ustedes se divirtieron, fueron amables con ustedes 

- si claro  - mi madre intervino alegremente - todos estaban encantados con Jane, ademas la casa es hermosa, también aprovecharon para entregarle el anillo a tu hermana, no es maravilloso aunque planear una boda en tan pocos días no es lo que yo esperaba

- mira mi anillo - Jane sonreía, creo que palidecí por que mi papa me pregunto si me encontraba bien y solo pude asentir con mi cabeza, ese anillo era el mismo que me habían prometido a mi, pertenecía a su familia desde generaciones atrás, era un diamante demasiado llamativo pero hermoso, esa era una clara señal de que para Alberto yo no significaba nada, nunca lo hice - te gusta - el tono de voz de Jane era de felicidad 

- si es hermoso, ya conocía el anillo, es una reliquia familiar - su cara de sorpresa dejaba una señal clara que no le había agradado mi comentario 

-claro, seguro mi suegra en algún momento te lo mostró, pero vamos a mi cuarto, tienes mucho que contarme y yo quiero que me des tu opinión sobre algunos preparativos de la boda - nos despedimos de nuestros padres y nos dirigimos a su recamara, cuando estuvimos ahí su mirada cambio, parecía mas fría - se puede saber quien quieres Charlotte - pregunto sin mas - por que volviste, todo esta saliendo bien, por que tenias que volver justo ahora 

- la que debería comportarse como una dama eres tú, todo lo que quiero es que te portes como la dama que se supone que eres, seras una señorita comprometida, así que espero que tus actitudes sean dignas y evites que nuestro apellido se hunda en el lodo 

- pero como te atreves a hablarme así, no tienes ningún fundamento para tus palabras 

- y se puede saber quien te escribió esta nota - saque la nota del bolsillo de mi bata, su tes se torno pálida, parecía sorprendida  

- donde la encontraste, entraste a mi cuarto acaso, como te atreves a invadir mi intimidad, no tienes ningún derecho a meterte con mis cosas 

- pues lo mismo va para ti, no tienes ningún derecho de tomar cosas de mi recamara sin permiso, lo encontré mientras buscaba las cosas que tu habías tomado de mi recamara, pensante que no me daría cuenta de los collares y pañuelos que me hacían falta y que sabes perfectamente que son muy valiosos 

- eres una egoísta, tu ya no ibas a lucir esas cosas, tu decidiste encerrarte en ese convento por tu propio pie y si esa es tu decision esta bien, pero yo podría darle un mejor uso a esas cosas, pero si tu egoísmo no lo permite, esta bien conservarlas, no las necesito

- no Jane, conmigo no funciona tu juego no intentes cambiar la conversación, esta carta la encontré por casualidad y me queda claro que por tu reacción no era de Alberto y tal vez lo mejor es que se la entregue a mi padre y el se encargue de averiguar quien es el atrevido que se atreve a insinuar cosas de ti - cuando estaba por darme la vuelta y salir del dormitorio me sujeto por el brazp

- no Charly por favor, el es un pobre diablo al cual trate de ayudar por hacer una obra benéfica, pero creo que mal interpreto mis intensiones te juro que no es nadie por el cual debas preocuparte no lo volveré a ver te lo juro, pero no digas nada te juro que no significa nada 

-Jane no me mientas por Dios, si no dignifica nada por que motivo la conservaste, acaso no sabes el modo en que esta carta te compromete 

- No te miento, la conserve por tonta pero tu no me crees  porque  quieres dejar mal ante mis padres, solo por que Alberto te rechazo, pero tu tienes la culpa de todo eso, si fueras un poco menos mojigata los hombre pelearan por ti, pero siempre te comportas tan fría tan rígida como un hielo - sus palabras hirieron los mas profundo de mi ser

- me voy a dormir, no tengo ganas de escuchar tus insultos, mejor analiza tus acciones y asegúrate de comportar como una mujer decente 

- pero no le dirás nada a a mis padres verdad - me pregunto nuevamente - te juro que le pondré un alto para que no malinterprete las cosas, lo pondré en su lugar para que no vuelva a buscarme 

-esta bien, pero esta carta la conservo conmigo y al primer indicio de que no te estas comportando como es debido mi padre se enterara y te recuerdo que el no esta nada feliz con tu compromiso, asi que no me hagas actuar Jane, no me retes por que te puedes arrepentir y aunque seas mi hermana, no dejare que pongas a mi padre en vergüenza 

Cuando entre ami recamara las palabras de Jane taladraban mi cabeza, me empece a sentir muy mal me faltaba el aire, sentí como las lagrimas corrían por mis mejillas, salí de la casa haciendo el menor ruido posible, me comencé a asentir tan poca mujer y claro que lo era si el había decidido cambiarme por mi hermana menor, era claro que entonces yo valía muy poco no podía con ese dolor me estaba costando mucho aguantar el dolor que sentía, corrí rumbo al bosque y me tumbe en la base de un árbol, estaba el pasto húmedo y frió pero no me importo me quede ahí tirada no se cuantas horas y no me importo cuando al final me logre tranquilizar

subí a mi recamara y me recosté en mi cama, un frió inmenso se hizo presente y comencé a temblar, para después ser vencida por el cansancio, cuando logre abrir los ojos me sentía muy cansada, estaba agotada y con mucho frió, así que volví a cerrar los ojos cayendo en un profundo sueño, esperando no tener pesadillas, ya no quería mas pesadillas solo quería volver al convento, ahí encontraba mi paz interior, ahí me olvidaba de que era una mujer fría y sin chiste como Jane me grito anoche

Amores TraicionadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora